Cristian Aldana, el líder de la banda de rock El otro yo, está detenido con prisión preventiva.

Las primeras denuncias aparecieron en las redes sociales. Del Facebook pasaron a la Justicia. Fue cuando la fiscal Mariela Labozzetta, de la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres, recopiló las historias de quienes fueron víctimas del cantante. Entonces lo acusó de “abuso sexual agravado y corrupción de menores” y las presentó ante el Juzgado de Instrucción N°17. El pedido de captura y allanamiento fue ordenado por la Fiscalía N°38, a cargo de la doctora Betina Vota.

El juez Roberto Oscar Ponce no hizo lugar este viernes al pedido de excarcelación solicitado por la defensa de Humberto Cristian Aldana, imputado por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante y con acceso carnal en concurso ideal con corrupción de menores en calidad de autor, reiterado en siete oportunidades, informó el Centro de Información Judicial. En la resolución, señalo que “no pueden obviarse las graves características de los hechos atribuidos al imputado, dado que sabiendo de su condición de ídolo musical de las víctimas menores de edad y, en aprovechamiento de la adoración que éstas le dispensaban, como así también de su inmadurez sexual, las forzó a mantener relaciones sexuales con él en forma violenta e intempestiva, accediéndolas carnalmente por vía vaginal y anal, y a practicarle sexo oral. Además, por su influencia sobre las niñas, logró manipularlas para que participaran de orgías sexuales que organizaba con otras menores de edad, como así también las incitó a incorporar a otras niñas a dichas prácticas”. Señaló que “en todos los casos pesquisados se denota la ausencia total de consideración a la minoridad de las víctimas, también un claro desprecio al género femenino e incluso una falta total de respeto a la noción más elemental de la dignidad humana. Entiendo que se encuentra configurado el riesgo de fuga, sin que se advierta la posibilidad de que sea neutralizado por una medida de menor injerencia atendiendo a las razones que se han desarrollado”.

El músico quedó detenido con prisión preventiva. Cuando empezaron las denuncias Aldana les pidió a algunos colegas ayuda para grabar un video en conjunto y hacer frente a los relatos de las víctimas. Nadie aceptó.

En la fan page “Víctimas de Cristian Aldana”, los usuarios habían subido imágenes y testimonios que confirmaron los casos y comprometieron al líder de la banda. Algunos pidieron resguardar su identidad. “Abusó de una amiga mía cuando teníamos 13 años en su estudio ‘Besótico’. Es un pedófilo”, contó una joven. Muchos de los testigos narran los hechos en el contexto de recitales y, en la mayoría, involucran a Aldana en situaciones con adolescentes. “Tocaron en el Calafate y a Cristian se lo vio entrar al hotel con dos chicas de 15”, escribió otro.

Una de las mujeres que se animó a exponer públicamente al cantante fue Carolina Luján, su exnovia. Después de denunciar a Aldana, detalló su relación con él en su cuenta personal de Facebook y pidió a las demás víctimas que no se quedaran calladas por miedo. “Dudar de una víctima es ser cómplice y apoyar a una red enorme de abusadores, violadores y golpeadores que hoy están ejerciendo esto con infinidad de mujeres y varones”, escribió. Ella hoy tiene 26, pero lo conoció a los 13 y hasta convivió con él.

La página tiene un objetivo claro: “reunir testimonios de víctimas y testigos de abusos por parte de Cristian Aldana a menores de edad”. Allí Carolina escribió: “Ya está realizada mi denuncia hacia mi ex pareja, a quien conocí a mis 13 años, seguí viendo hasta mis 16 a escondidas y luego a los 17 durante un año conviví. Seguí la relación hasta mis 19 y medio, donde finalizó. Sé que revivir estas atrocidades nos hace traer la herida a carne viva nuevamente, luego de quizás el trabajo más fuerte de nuestras vidas que es aceptar, llorar y limpiar de a poco todos los sentimientos de culpa, bronca, odio, tristeza, rencor, miedo, vergüenza”.

El cantante negó todas las acusaciones: “Las mendacidades y falacias mencionadas no tienen asidero legal alguno”, escribió en la página de la banda.

El 20 de mayo a las cinco de la tarde, Aldana apareció en una marcha en su contra. A metros de los manifestantes, acompañado de su mujer y vestido de monja, sacó su guitarra y cantó una canción, rodeado de más de diez policías que le dieron protección. Un día antes había anunciado esa aparición en Facebook y acusó a sus ex parejas de “feminazis”. Desde esa cuenta, Aldana intentó defenderse de lo indefendible: hizo una pequeña campaña junto a su mujer y a su hija de cinco años y se victimizó diciendo que lo atacaban por su militancia política en el Frente para la Victoria.

De defenderse de las acusaciones, pasó al ataque: comenzó a intimar a través de cartas documentos y pidió a su abogado que se comunicara con todas aquellas personas que hubieran dicho o subido a redes sociales algo en su contra. Así logró que se eliminaran post y páginas en su contra. Pero lo que no pudo hacer es impedir que se siguieran sumando denuncias. Se calcula que habría más de 20.