¿Quién mató a Luciano Arruga?

No lo encontró la policía ni la justicia. Lo encontró su familia. Cómo se hizo el documental que se estrena hoy y que cuenta la búsqueda de verdad en medio de la complicidad judicial y política.

¿Quién mató a Luciano Arruga?

Por Cosecha Roja
26/09/2019

Frente a un tribunal Vanesa Orieta relata la primera detención de su hermano Luciano Arruga en el destacamento de Lomas del Mirador. El recuerdo del maltrato policial, las acusaciones falsas, los gritos de él pidiéndole ayuda, la lucha de la familia para denunciar esas torturas. Si hoy le hacen esto ¿qué viene después?, cuenta que se preguntó en ese momento. Lo que siguió es conocido: la desaparición de Luciano, respaldo judicial y político a los policías sospechados, la lucha de sus familiares y amigos contra esos poderes, el hallazgo del cuerpo enterrado como NN en el cementerio de la Chacarita. 

Con una potencia estética singular y el pulso de un thriller policial, el documental “Quién mató a mi hermano?” -que se estrena hoy en los cines argentinos- narra ese recorrido en la búsqueda de verdad y justicia. 

La película comienza con imágenes de la General Paz, frontera entre la capital y el conurbano. Es el ingreso a ese territorio dominado por la Bonaerense y el reclamo de seguridad de la vecinocracia donde los pibes pobres son hostigados y criminalizados. La música y las voces en off cargan de sentido ese escenario en el que murió atropellado Luciano después de ser secuestrado por la policía. “Se convierte en un espacio siniestro”, explican los directores Ana Fraile y Lucas Scavino. 

Quién mató a mi hermano podrá verse en dos funciones diarias en el cine Gaumont CABA (a las 15:30 y 20:00), en el Cinema City de General Paz, en el Showcase Haedo, en el Showcase Córdoba, el Village Rosario, Cinemark Mendoza, Hoyts Rosario y Hoyts Quilmes. 

Durante cinco años Fraile y Scavino acompañaron a Vanesa Orieta en esa búsqueda de justicia. Del acampe frente al destacamento policial donde torturaron a Luciano -hoy convertido en centro cultural- a la la oficina de la Organización de las Naciones Unidas en Ginebra. De los despachos judiciales a la calle. 

“Como productores buscamos que esta obra sea una herramienta más para sentir, conocer, conectar y accionar por los derechos humanos en cada rincón del mundo donde se muestre este relato. Como realizadores nos preguntamos quién mató a nuestro hermano, ya que cuando un ser humano desaparece, de uno u otro modo, desaparece para todos”, explican los realizadores.

A través de una cámara testigo el documental habla de las historias de los pibes pobres del conurbano, del hostigamiento policial, la desidia judicial y el valor de las luchas populares. Y deja claro un mensaje: a Luciano no lo encontró la justicia, lo encontró su familia.