AFP.-

Más de 200 inmigrantes fueron asesinados en México. La cifra podría aumentar si se confirman las sospechas de que algunos de los 49 cuerpos decapitados y desmembrados encontrados el pasado domingo en una carretera aledaña a Monterrey, en el norte del país, puedan ser de inmigrantes, recordó.

Más de 200 inmigrantes indocumentados han sido asesinados en México en los últimos 10 meses, afirmó este jueves la Casa del Migrante de Saltillo (Coahuila, norte de México), que reúne a varios refugios para este colectivo gestionados por la Iglesia católica.

“Suman más de 200 migrantes asesinados -y que tenemos conocimiento- en México durante su viaje hacia los Estados Unidos en el período de agosto del 2010 a mayo del 2012”, indicó la institución en un comunicado.

La cifra podría aumentar si se confirman las sospechas de que algunos de los 49 cuerpos decapitados y desmembrados encontrados el pasado domingo en una carretera aledaña a Monterrey, en el norte del país, puedan ser de inmigrantes, recordó.

La última víctima de la que tiene conocimiento esta ONG, con sede en la ciudad fronteriza de Saltillo, fue un hondureño, Melvin Leonel Meril, asesinado con arma de fuego en Celaya, 260 kilómetros al noroeste de Ciudad de México.

Unos 140.000 centroamericanos, según cifras del gobierno, ingresan a México de manera ilegal cada año con la esperanza de llegar a la frontera norte y cruzar a Estados Unidos.

En el camino sufren todo tipo de robos, violaciones a sus derechos humanos y extorsiones por parte de las bandas del crimen organizado, los traficantes de personas y las propias autoridades, desde policías a agentes migratorios.

“El Estado mexicano no ha sabido dar respuestas concretas en el tema de protección a migrantes, quienes han sido víctimas de delitos y de violaciones a sus derechos de forma múltiple por varios años”, denunció la Casa del Migrante de Saltillo.

La ONG recordó el caso del sacerdote Alejando Solalinde, responsable de un refugio para inmigrantes en el estado de Oaxaca (sur), quien el pasado martes anunció su salida temporal del país como consecuencia de las amenazas de muerte recibidas por la defensa de los derechos de los indocumentados.

También mencionó las agresiones y amenazas recibidas por parte de vecinos de los activistas que colaboran con un albergue en el municipio de Tultitlán, en la zona metropolitana de Ciudad de México, donde este jueves se manifestó un centenar de personas para demandar a las autoridades la reubicación del centro.