Cosecha Roja.-

Los domingos no son para dormir, habrá pensado Julieta Vinaya, la madre de Atahualpa, cuando amaneció con la peor noticia de su vida. El sábado 14 de junio de 2008, su hijo se preparó para ir con sus amigos al boliche del barrio y pasó lo de siempre: se aburrieron de la música y se cruzaron al pub de enfrente. Mi Loca era parada obligada para Atahualpa y sus amigos. Ahí podían jugar al pool y hablar más tranquilos.

Unas horas más tarde, en la madrugada del domingo 15, en circunstancias que todavía se desconocen, a Atahualpa lo sacaron del boliche, le pegaron un tiro por la espalda (que entró por la axila) y lo arrojaron a un descampado donde después de agonizar dos horas, murió. Ayer, dos hombres y una mujer fueron procesados con prisión preventiva acusados de haber participado en el asesinato en las afueras de la ciudad de Viedma, Río Negro.

El titular del Juzgado Penal 2 de la misma ciudad,  Carlos Reussi, consideró a Melisa Belén Barrientos, Felipe Eriberto Carrasco y Carlos Rodrigo Morales Toledo presuntos coautores del homicidio del joven y les dictó la prisión preventiva, manteniendo la Alcaídade Viedma como lugar de  detención. Al cuarto imputado, César Alberto Valla, está en libertad por falta de mérito.

En un comunicado el juez dijo que su decisión se basa en “pruebas periciales, informes científicos y testimonios que implican a los imputados con la víctima el día del hecho”. La pruebas principales son “las manchas de sangre detectadas en una campera que se encontró en poder de Carrasco de cuyo análisis de ADN se concluyó que se trata de rastros hemáticos de la víctima fatal y de (el otro varón detenido) Morales Toledo”.

“Voy a volver en 6 años, quiero divertirme”,  le decía Atahualpa a su madre cuando quería ir a bailar con sus amigos y jugar al pool en Mi Loca. Julieta Vinaya, como toda madre, le decía: “Cuidate, la noche es otra cosa”.

Atahualpa quería viajar a Cuba a estudiar Medicina. Si bien le costaba estudiar, después de un viaje relámpago a Bolivia -para conocer los orígenes de su madre-, lo alcanzó la llama de la justicia social. Quería estudiar Enfermería y Medicina en el mejor lugar posible, y así poder curar a la gente de su barrio y transmitir sus conocimientos.

“Hay muchos interrogantes todavía en esta causa. Esto es un primer paso para saber quién es el que dio la orden de asesinar a mi hijo”, dice Vinaya a Cosecha Roja. “El que mandó a matar a mi hijo es un político de la zona. No le gustaba el trabajo que hacía Ata en el barrio La Toma. Lemolestaba que sean solidarios”, agrega.

El domingo 15 de septiembre, a las 11 de la mañana, Julieta Vinaya juró perseverancia. El procesamiento de estas tres personas aclara el panorama. Vinaya asegura que los tres imputados son históricos punteros políticos del radicalismo en la zona vinculados al negocio de la noche. “En la provincia tuvimos durante 28 años gobiernos radicales y en estos cuatro años que duró nuestra pelea por justicia, nunca fueron demorados”, agrega la madre de la victima.

Atahualpa y los procesados eran vecinos. La idea de que alguna vez se cruzaron por el barrio, hace que Julieta se ponga nerviosa. Lo conocían bastante bien. “Melisa Belén Barrientos fue paciente en la Unidadde Violencia Familiar que teníamos en el barrio. La ayudé cuando denunció a su marido por violencia de género. Nos conocíamos perfectamente”, dice Julieta. Y afirma que los otros dos imputados tenían un gran poder en los barrios periféricos, donde manejaban todo el circuito de juego, dinero ilegal de la noche rionegrina.

Durante estos cuatro años, la mujer movió suelo y tierra para encontrar justicia. Hasta logró una entrevista con la presidenta  Cristina Fernández de Kirchner. Unos meses después, otra con Aníbal Fernández. No paró hasta Bolivia, lugar donde nació. Allí, durante un mes, recorrió colegios, institutos y organismos humanitarios. Todos con una misión en particular: dar a conocer el caso de su hijo.

“El camino de la justicia ya lo comencé. No voy a parar después de saber la verdad sobre el caso de mi hijo. Este camino se debe continuar, como una elección de vida. Le dediqué 20 años de mi vida a Ata y le voy a dedicar toda otra vida a la lucha. Esto es algo que hacemos entre todos”, finaliza Julieta.

 Hoy, a las 18 horas, en el Hotel Bauen, familiares y amigos de víctimas de asesinatos impunes de la provincia de Chubut y Rio negro darán una conferencia de prensa para dar a conocer la cantidad de casos que quedan en el olvido y sin respuesta judicial.