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Rosario / Diario El Ciudadano – La familia del joven de 23 años que murió ahogado en el río en noviembre pasado, es querellante en la causa.

La Justicia provincial admitió la constitución de querella de la mamá de Alejandro Gastón Ponce, el joven de 23 años que fue encontrado sin vida en el río en noviembre pasado, tras ser perseguido por varios uniformados. La causa, que recayó en el fiscal Miguel Moreno, investiga la muerte del chico que, según denunciaron sus familiares desde el primer día, fue apedreado por policías que no le permitieron salir del agua y lo dejaron ahogarse. La madre de Alejandro será representada por los abogados de Derechos Humanos Guillermo Campana, Analía Abreu y Santiago Bereciartúa.

El cuerpo de Alejandro fue encontrado el mediodía del lunes 2 de noviembre en el río Paraná, a unos 400 metros de los silos Davis. Según sus familiares, apoyados en el relato de testigos que sumaron pruebas a la investigación, había sido visto por última vez el viernes anterior a las cinco de la tarde, cuando efectivos policiales obligaron a él y a su hermano Luis, de 25 años, a tirarse al agua y les arrojaron adoquines. Luis logró salir del agua y fue llevado a la fuerza a la seccional mientras suplicaba que buscasen a su hermano menor. De acuerdo con su declaración, los uniformados le dijeron que Alejandro había salido del agua. Sin embargo, mientras estuvo detenido en la seccional 3ª, no volvió a tener noticias de su hermano, hasta que su cuerpo apareció en el río.

Según la versión policial, que fue hecha pública por Moreno, Alejandro y su hermano se tiraron al agua para no ser atrapados luego de un robo. Uno de ellos volvió a la orilla y fue detenido, mientras que el otro permaneció en el agua. En el acta de procedimiento consta el llamado a Prefectura para “capturar al prófugo”, pero no se advirtió que podía estar en peligro, ni se informó su desaparición, dijo en su momento el fiscal. Los policías que intervinieron en el hecho son seis y pertenecen a las patrullas de Intervención Urbana y Barrial. La autopsia preliminar descartó signos de violencia en el cuerpo de Alejandro y definió que la causa fue muerte por asfixia por sumersión. Su familia sostuvo que dispone de videos y testimonios que dan cuenta de que sus hijos fueron apedreados cuando estaban en el agua.

En una audiencia celebrada ayer en los Tribunales provinciales, la jueza Irma Bilotta admitió la constitución de querella por parte de Mirta Ponce, madre de Alejandro. En diálogo con El Ciudadano, Analía Abreu sostuvo que existen varios elementos que avalan la hipótesis de responsabilidad policial en la muerte de Alejandro. “Tenemos pruebas de que la Policía no lo dejó salir del agua tirándole piedras y que tampoco se preocupó por dar con su paradero. Es más, le mintieron a su hermano diciendo que había salido”.

Por su parte, el fiscal Moreno no presentó objeciones a la presentación de querella, que prometió aportar pruebas a la investigación.