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Infojus Noticias.-

Desde el viernes el sargento Juan Maciel, alias el Chavo, está preso en la cárcel santafesina de Piñeiro, incomunicado y lejos de sus compañeros. En unas horas declarará ante los tribunales provinciales de Rosario. Tendrá que responder a las preguntas del juez de Instrucción Nº4, Juan Carlos Vienna. Está acusado de entregar legajos, fotos y direcciones de los policías que investigaban a Los Monos, la banda narco más poderosa de la ciudad, cuyo líder fue asesinado la semana pasada. Para el juez, el Chavo no es el único topo: las escuchas de la investigación involucran a varios policías, que podrían ser detenidos en las próximas horas. Desde que Los Monos consolidaron su poder en la zona sur de la ciudad, hace 15 años, la Justicia nunca estuvo tan cerca de descabezar la organización.

Hasta la semana pasada el Chavo Maciel trabajaba en la Secretaría de Delitos Complejos de Santa Fe del Ministerio de Seguridad provincial. El viernes agentes de las Tropas de Operaciones Especiales (TOE), dependientes de la misma cartera, lo detuvieron en su oficina de Rosario. El juez Vienna había ordenado ese mismo día 23 allanamientos en domicilios vinculados a Los Monos. Con el sargento cayeron otras cinco personas. Entre ellas, la madre, la hermana y una hermanastra del PájaroCantero. Su padre, Ariel Máximo, y su hermano, el Guille, están prófugos. Uno de los allanamientos fue en la casa del padre, en el barrio La Granada, detrás del casino. Allí se encontraron casi tres kilos de cocaína.

En la madrugada del domingo 26 de mayo, la muerte del Pájaro Cantero fue el detonante que desató la guerra narco. En 72 horas fueron asesinadas cuatro personas. Pero la causa judicial que podría llevar a la cárcel a los líderes de la banda más importante no es por esas muertes. La investigación del juez Vienna se originó el 8 de septiembre de 2012. Ese día, a la hora de la siesta, en una esquina céntrica de Rosario el “Fantasma” Martín Paz recibió cinco disparos: en el abdomen, el pecho, la espalda y dos en los brazos. Murió sentado frente al volante de su BMW. Era el cuñado del Pájaro Cantero. Su muerte fue una punta del ovillo. De allí tiró el juez Vienna y llegó al núcleo de la banda y la complicidad policial.

El expediente por el asesinato de Paz tiene tres cuerpos y más de mil fojas. El magistrado y la fiscal Adriana Camporini mantienen en secreto los detalles de la causa. Las escuchas telefónicas serían la prueba para pedir la detención de varios agentes de la Policía de Santa Fe. “No hay ninguno de nuestra área involucrado”, dijo a Infojus Noticias una fuente de la Dirección Provincial de Prevención y Control de Adicciones.

Cerca de este mediodía Vienna se reunió con el equipo especial de fiscales, creado la semana pasada para investigar la guerra narco. Según informaron fuentes judiciales a Infojus Noticias,  hoy se produjeron nuevos allanamientos. Los resultados serán informados por la tarde, después de que el juez tome declaración indagatoria a los seis detenidos del viernes. El magistrado podría solicitar nuevas detenciones.