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Cosecha Roja-. A veinte kilómetros de la capital de Catamarca está el cementerio municipal de La Tercena. Ahí estaban los restos de la persona que ella se quería llevar. Por eso una mujer les pagó a los empleados del lugar para que la ayudaran a poner el cuerpo en bolsas. Después lo puso en una valija y viajó tres horas en colectivo, hasta Chaco. Hacía 24 años que esa persona estaba fallecida.

Al principio, la mujer se había acercado a la funeraria para pedir el cuerpo. Pero cuando le dijeron el precio desistió: le salía cinco mil pesos. Por menos plata y sin autorización judicial, lo logró igual.

Sin cumplir con los protocolos de seguridad e higiene, exhumó el cuerpo de su pariente. Rompió el nicho para sacar el cajón, y después lo quemó al aire libre. El cementerio no tiene crematorio.

No sólo no contaba con el permiso judicial, sino que tampoco tenía el consentimiento del resto de los familiares. Ellos hicieron la denuncia.

Para meter el cuerpo en las bolsas y después en la valija, los empleados del cementerio tuvieron que quebrarle los brazos y las piernas al cuerpo.

En el viaje nadie se dio cuenta que había una valija que llevaba un cuerpo. Ahora la mujer está con los restos de su pariente en Chaco, esperando la decisión de la Justicia.

 

(Con información de Télam)