Lo colgaron esposado y mirando la pared. El preso tiene 23 años y está encerrado en la cárcel de Piñero en Santa Fe. Los guardias lo sacaron de su celda durante la madrugada y lo llevaron a una oficina de vigilancia. Ante de torturarlo, dicen que habrían intentado violarlo. Uno de sus torturadores tiene 22 años y uno en la fuerza. Ya había sido trasladado por una denuncia anterior. El hecho ocurrió el 28 de julio pasado. Inmediatamentela Secretaríade Derechos Humanos dio aviso al secretario de Asuntos Penitenciarios, pero el Servicio Penitenciario tardó dos semanas en tomar medidas.

La unidad 11 queda en la localidad de Piñero, a25 kilómetrosde la ciudad de Rosario. La víctima, de quien no se conoce el nombre todavía, estaba alojada en el pabellón 16, en un sector de castigo por problemas de convivencia. La noche del sábado en la que los tres guardias, después de la inspección de rutina, volvieron a buscarlo y lo trasladaron a una oficia de vigilancia, los partes del Servicio Penitenciario y los del personal médico reportaban “sin novedad”.

“En las cárceles de Santa Fe estas prácticas están naturalizadas. No es la primera vez que pasa y los sumarios por torturas no se siguen, hay muchas investigaciones judiciales que duermen en los cajones. Además los que denuncian están presos y tienen miedo de seguir con la denuncia”, dijo a Cosecha Roja Lilian Echegoy, abogada dela Coordinadorade Trabajo Carcelario (CTC) de Rosario.

En el caso intervinola Secretaríade Derechos Humanos que dio aviso al secretario de Asuntos Penitenciarios. Después de trece días, el detenido pudo relatar los hechos frente a la jueza de ejecución penal.

El titular de Asuntos Penitenciarios, Pablo Cococcioni,  ordenó un sumario interno que derivó en el pase a disponibilidad de los tres guardias.

“Hubo funcionarios públicos que sabían lo que había pasado y no hicieron la denuncia. El Servicio Penitenciario tardó 13 días en presentar la denuncia ante un juzgado de instrucción, por eso estamos evaluando la posibilidad de presentarnos como querellantes para acompañar la causa”, denunció Lilian Echegoy, dela Coordinadorade Trabajo Carcelario.

Los tres guardias que habrían participado de la tortura tienen casi la misma edad que la víctima. Dos de los suboficiales acusados trabajan en la fuerza hace dos y tres años.

La víctima fue trasladadala Unidad Nº 3 de Rosario, dos semanas después de haber denunciado a sus torturadores.

“En la cárcel de Piñero hay más de 700 presos en situación de hacinamiento”, dijo Echegoy. “demás de que estas prácticas de violencia no tienen nada para hacer. No hay trabajo, no hay actividades recreativas, la escuela secundaria funciona cada 15 días. Los presos no tienen nada que hacer”.