Cosecha Roja.-

A Leonardo Ezequiel Gallo, de 28 años, lo vieron por última vez el 25 de abril. Ese día una camioneta blanca de doble cabina y vidrios polarizados pasó a buscarlo a la puerta de su casa en el barrio Sarmiento de Santiago del Estero. Al joven le habían ofrecido un trabajo: debía cuidar una finca en Nueva Esperanza durante diez días. Antes de salir, le dijo a su mamá que regresaría el 10 de mayo para continuar con sus labores en el Movimiento Barrios de Pie, organización en la que participa hace más de cinco años.

Lilia Gallo se despidió de su hijo. Pasaron los días y no recibió llamadas ni noticias de Leonardo. Entre su ropa encontró un papel que decía que tenía que estar en la finca entre 1 y el 10 de mayo, no desde el 25 de abril. “Aunque consumía drogas y tenía problemas con el alcohol, él nunca se ausentaba más de lo debido y siempre buscaba la manera de comunicarse conmigo”, cuenta Lilia.

Angustiada, comenzó a preguntar y a recolectar información en el barrio. Le dijeron que vieron a su hijo el 27 de abril en el sur de Santiago del Estero. Una vecina le dio el nombre de la persona que llevó a Leonardo hasta la finca: Eduardo Castillo, integrante de una barra brava de esa provincia, era el conductor de la camioneta de vidrios polarizados en la que desapareció su hijo.

“Ese hombre se dio cuenta de que yo lo estaba buscando. Entonces, se presentó en mi casa y, como si no supiera nada, me preguntó por Leonardo. Me dijo que mi hijo había salido de la finca el 9 de mayo sin dar explicaciones. Me entregó una ropa que Leonardo había sacado de la casa, pero estaba limpia”, cuenta Lilia.

La versión de Eduardo Castillo no convenció a Lilia ni a los integrantes del Movimiento Barrios de Pie. La madre presentó una denuncia, pero todavía no tiene pistas del paradero de su hijo. Tres meses después, la investigación está estancada: “No me han dado el resultado de las pericias. El juez me negó la posibilidad de tener un abogado. Acá está pasando algo muy raro”, dijo la mujer a Cosecha Roja.

Leonardo vivía con sus padres y con uno de sus hermanos menores. Participaba en diferentes proyectos liderados por el Movimiento Barrios de Pie y asistía a las reuniones que programaba el grupo. “Hay muchas versiones, pero ninguna es clara. Vemos con mucha preocupación que el caso no avanza. No hay detenidos y el hombre que se llevó a Leonardo está libre. Queremos que la justicia acelere los tiempos y le den una respuesta a la madre”, dice Cristian Charrazeta, coordinador del Movimiento en Santiago del Estero.

La causa se encuentra en la fiscalía de segunda nominación y el juez encargado es Tarchini Saavedra. Los integrantes del Movimiento Barrios de Pie contactaron a un abogado independiente para activar la investigación y programar una audiencia con el Ministro de Justicia de la provincia. Además, el 6 de agosto, organizaron una marcha para exigir el esclarecimiento de la desaparición de Leonardo. “Yo creo que a mi hijo le pasó lo peor, pero no pienso callarme. Lo único que pido es justicia y que me digan qué pasó con Leonardo”, reclama Lilia.