Cosecha Roja.-

Daniel Maldonado es un peón que cosecha soja en un campo del este de Santiago del Estero, casi en el límite con la provincia de Chaco. Como todas las noches llegó a su lugar de trabajo en motocicleta desde Quimili. Cuando entró a la estancia a las dos de la mañana, lo bajaron de un culatazo con un arma y una vez en el piso le dieron golpes y patadas. El mismo procedimiento habían sufrido sus otros tres compañeros que llegaron antes que él al establecimiento Don Hermoje, ubicado en la localidad de Girardet  en la ruta 89.

Los ladrones tenían un objetivo: 150 toneladas de soja, valuadas en más de 300.000 pesos. El atraco se prolongó durante medio día: comenzó a las 2 de la mañana y terminó a las 15 horas cuando ya tenían sus camiones cargados.

Los  trabajadores rurales Daniel Maldonado, Fabián Marcelo Maldonado, Ignacio Fidel Domínguez,  y Sergio Javier Domínguez fueron maniatados y encerrados en un galpón. La banda de asaltantes se tomó el robo con tranquilidad al mediodía cocinó con los alimentos de los peones y bebió seis vinos.

Los peones escuchaban el movimiento de camiones que cargaban los granos que estaban guardados en el silo en bolsas. Y cada tanto los rehenes oían disparos al aire, lo cual, tal como constó luego en la denuncia, los hacía pensar en que los matarían.

En la zona nadie se percató del robo, según fuentes policiales los ladrones usaron camiones y tractores que comúnmente se emplean para el traslado de la producción agrícola. Por lo tanto, el movimiento no despertó sospechas.

Daniel Maldonado radicó la denuncia en la Comisaría 29. Después de que se fueran los piratas del asfalto, los peones rurales lograron desatarse y escapar a pie. Los ladrones habían tirado las llaves de sus motocicletas en el monte.

Según fuentes policiales, Maldonado declaró que los asaltantes tenían “tonada porteña” por lo que se sigue tras la pista de una banda que no era Santiago del Estero. También se especula que participaron del robo una decena de hombres.

Los investigadores creen que los delincuentes necesitaron cuatro camiones para transportar lo robado. Además de las toneladas de soja, se llevaron televisores y un reproductor de DVD.