Semana.-

Con la novela ‘Escobar, el patrón del mal’, la historia del gran capo volvió a contarse en las calles de Medellín. Incluso sacaron un álbum con el que juegan los niños en los barrios.

Seguramente los niños que intercambian láminas del álbum de Pablo Escobar en los barrios más deprimidos de Medellín desconocen que fue el hombre que más daño le causo a la ciudad y al país en los 90.

Sin embargo, los niños de las comunas periféricas de la ciudad tienen como pasatiempo llenar un álbum hechizo que está en venta en las calles. Cuesta 2.000 pesos y cada paquete de laminitas cuesta 300 pesos y trae tres figuras.

El álbum es pequeño, mide 12 centímetros por 17 y las fotos son con los personajes de la novela. Se consigue en tiendas de barrio y en cacharrerías y quien lo llene, puede ganarse premios, como MP3, Ipod, Memorias USB, balones, relojes o bafles USB.

Algunos profesores y padres ya se han manifestado en contra del que consideran que no debe ser un juego de niños. Consideran que, a pesar de que en el álbum se cuenta la historia del capo, los menores desconocen el contexto y la realidad de lo que vivió la ciudad en los años en que Escobar implementó su régimen del mal.