Marcha por Ismael SosaJulia Muriel Dominzain – Cosecha Roja.-

“No tienen la menor idea lo que es la fuerza y sed de justicia de una madre”, posteó en el muro de Facebook Nancy Sosa, la mamá de Ismael el viernes a la madrugada. Acababa de llegar con el cuerpo de su hijo. Lo trasladó en ambulancia desde Córdoba hasta Merlo, donde vive. Seis meses después del asesinato, la familia y los amigos lo van a despedir. Según Nancy, la causa está parada, pero se ocupará de eso más tarde. “Me daba temor que desaparecieran el cuerpo. Mi única preocupación era traerlo y poder velarlo”, dijo a Cosecha Roja.

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Ismael era el quinto de ocho hermanos y tenía siete sobrinos. Era fanático de La Renga y viajaba a todas partes donde tocaran. También le gustaba La 25, Viejas Locas y Barrios Bajos. Además de trabajar en una bicicletería, ayudaba a Nancy -su mamá- en un pequeño kiosco de golosinas que abrió hace poco, en el barrio Libertad.

Tenía 24 años y vivía en Merlo, Provincia de Buenos Aires. El sábado 24 de enero viajaron juntos al recital de La Renga en Villa Rumipal y se perdieron mientras hacían la cola. El recital comenzaba a las 21 pero los fanáticos llegaron temprano en autos, micros y a pie. La policía había cortado la circulación: a tres cuadras a la redonda del predio ya había controles de seguridad. “Había un ambiente muy tenso y con una presencia policial que nunca había visto”, dijo entonces a Cosecha Roja Marina Losada, integrante de la Campaña Nacional Contra la Violencia Institucional.

Ismael y su novia habían comprado un paquete de ida y vuelta en colectivo. El joven dejó en el asiento la mochila, el celular y los anteojos, agarró el documento y la billetera y fue a hacer la cola. Victoria lo perdió entre la multitud y lo buscó por todos lados. Incluso le pidió a un desconocido que la llevara en moto a las  comisarías y los hospitales.

– Por el mismo camino que viniste, te vas.

Así le respondieron en la comisaría a Victoria, la novia de Ismael Sosa, cuando fue a denunciar que no lo encontraba por ningún lado.

La familia lo buscó durante cinco días. El martes su hermano Facundo y un amigo armaron una mochila, agarraron una carpa y viajaron hacia Villa Rumipal. Llegaron el miércoles a la mañana y fueron a la comisaría a preguntar por Ismael.

-¿Vos sabés qué hizo tu hermano?- le dijo un oficial

-No, ¿qué?

-Ahora te vamos a contar – respondió y entró a una oficina.

Al rato salió otro policía y cambió la versión: “No conocemos a tu hermano, nunca vino”. Facundo se asustó: “Me hizo una pregunta cuya respuesta que nunca me dio. Se notaba que lo conocían. Me miraban raro”, contó. Mientras estaba en la dependencia lo llamó Nancy, la mamá, y le contó que habían encontrado un cuerpo en el dique: “Me agarró frío en el alma”, contó Facundo.

– Má, acá no me siento seguro- le dijo.

– Bueno, entonces volvete.

Ya habían perdido el último micro del día que va a Retiro y tuvieron que viajar hasta Córdoba capital para tomar otro. No querían estar ni un segundo más ahí. Cuando llegaron el jueves a Merlo, a Facundo le quedaban 5 pesos y a su amigo 20.

El cuerpo apareció el 26 de enero en un estado avanzado de descomposición. Estaba en el agua, a 500 metros de la costa del Club Náutico Caza y Pesca de Hernando. A la familia recién le avisaron el 29. “¿Esa demora por qué fue?”: eso es lo que Nancy no para de preguntarse que ya sabía que su hijo estaba en la morgue porque había recibido llamados anónimos.

Mientras tanto, la noticia seguía recorriendo las redes sociales y la familia continuaba recopilando testimonios. “Todos coinciden: dicen que la policía le pegó a mucha gente. Incluso alguien nos contó que vio cómo le pateaban la cabeza y lo subían a un patrullero”, dijo la hermana Lucía. Y Nancy posteó en el muro de Facebook: “Tenemos testigos y gente que va a declarar de todos los puntos del país, que vieron cómo actuó la policía con la gente que fue al recital: no nos van a callar”.

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El velatorio será de 9 a 11 y media en la Cochería Patricio, en Avenida Eva Perón 4001.