CRIMEN-LOCUTOR-OLANCHO-1La Tribuna.-

En medio del llanto y la impotencia de familiares, colegas y amigos fue sepultado en el cementerio de San Francisco de La Paz, de donde era originario, el locutor Luis Alonso Fúnez Duarte, ultimado a balazos el pasado lunes en un barrio de esta ciudad, sin que hasta la fecha las autoridades hayan capturado a los responsables de este crimen.

El cuerpo del comunicador fue llevado el mismo día de su muerte a su pueblo natal, San Francisco de La Paz, donde también laboró en varias radioemisoras.

Una gran cantidad de amigos y familiares se desplazaron de Catacamas, donde había fijado su residencia, para acompañarlo hasta su última morada.

En los medios de comunicación las voces de protesta no se hicieron esperar, el coordinador del Comité para la Libre Expresión (C-Libre), Rolando Iscoa, hizo una enérgica protesta por la muerte de Fúnez Duarte, “lo que refleja el alto índice de impunidad que impera en el país; el crimen organizado y la delincuencia está campeando en el departamento de Olancho y refleja que el crimen ha ido creciendo y contradice lo expresado por el ministro de Seguridad, Arturo Corrales Álvarez, de que los crímenes han bajado”.

“Qué hace esa barbaridad de policías”, preguntó Iscoa, al señalar que “las muertes siguen y esta vez los comunicadores sociales de Catacamas han sido dañados por la muerte de un compañero, este es un hecho que condenamos y lo calificamos como un brutal asesinato ejecutado por cobardes que con ventaja le quitan la vida a un ser humano, sea por los motivos que sea, es condenable y pedimos a las autoridades esclarecer este crimen”.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Prensa Hondureña (APH), capítulo de Olancho, Reynaldo Mazier Casaña, dijo que se ha apagado una voz inconfundible en el departamento de Olancho, Fúnez Duarte por muchos años alegró los corazones con sus programas rancheros y el programa “Barriendo y Trapeando” ha sido callado por el crimen.

“Pedimos que se investigue la muerte de Luis Alonso Fúnez Duarte, quien últimamente laboraba los domingos con dos horas de música ranchera en la radio Súper 10, y esa voz inconfundible ya no se oirá nunca más”, expresó.