Alba PosseCosecha Roja.-

A las diez de la noche comienza el horario de protección al menor en Alba Posse, una pequeña localidad de la provincia de Misiones. Desde ese momento, cualquier adolescente con 15 años o menos tiene prohibido pisar la calle.

El intendente Nelson Carvalho dictó la resolución y el Concejo Deliberante la ratificó. “Todo aquel joven menor de 15 años que después de las diez de la noche esté deambulando por la vía pública sin justificativo, la Policía deberá llevarlos a la Comisaría y contactar a sus padres o tutores para su restitución al hogar”.

El objetivo, dijo el intendente, es que “a los 16 o 17 anden sin destino, con cuchillo o revólver”. “Hemos cambiado la realidad, ya no hay más faloperos”.

Los adolescentes se quedarán en casa bajo el control y la mirada de los padres, como el protagonista de Truman Show. “Es una medida que está organizada y concretada por el miedo, por no saber qué hacer con los pibes y eso es terrorífico porque invisibiliza el problema y genera temor a esos pibes que se drogan”, explicó la investigadora Silvia Duschatzky a Cosecha Roja.

La resolución de Carvalho en la localidad de 500 habitantes “se debe al alcoholismo” y a “50 casos de jóvenes sin destino tomando alcohol en la calle”, según él mismo contó. “Los padres no solamente apoyan la medida y se manifiestan tranquilos, sino que cuando son las 22 y sus hijos no han vuelto a casa, son ellos mismos quienes llaman a la Policía para preguntar por sus hijos”, dijo.

Para la académica falta preguntarse sobre la relación de los jóvenes con el consumo de drogas y con otros tipos de consumo. “Ven algo que no entienden. Entonces prefieren taparlo, sacarle visibilidad como si con eso se terminara el problema”, dijo.

Duschatzky cree que “el aislamiento no soluciona la angustia de los pibes, las preguntas que se hacen, no observa su mundo subterráneo, no piensa la relación con la droga. Es sólo una manera de quitarle visibilidad a la amenaza”.

La Ley Seca de la década del treinta no impidió que los estadounidenses dejen de tomar alcohol. La Tolerancia cero de Rudolph Giuliani pobló las cárceles del estado de Nueva York por unos años. “Las prohibiciones de conductas y horarios aisladas de un componente educativo no logran los objetivos que se proponen”, dijo a Cosecha Roja la especialista en resolución de conflictos Ana Prawda.

“Es un tema de control, como si para estar más seguros necesitáramos estar menos libres, dejar que nos filmen en la calle, quedarnos en casa”, explicó Prawda. Como estar en la casa de los padres alcanzara para evitar la droga, el alcoholismo, la angustia adolescente. “Las conductas de los pibes no varían si se quedan adentro, si están aislados de de sus amigos. ¿Quién garantiza que no hagan lo mismo que afuera?”.

El intendente dijo que se siente “el segundo padre del pueblo”. “En vez de aproximarse y crear vitalidad para matar el impulso de muerte de los pibes, aplasta”, respondió Duschatzky.