ZUR01Por Cosecha Roja. –

Los novios volvìán en un Fiat 147 a su casa en la provincia de Tucumán. Eran las 3:30 de la mañana del domingo pasado. Se llaman Franco Massian y Patricia Salas. Unas cuadras antes de llegar fueron interceptados por una moto con dos ocupantes. Al principio pensaron que les iban a robar. Los ocupantes de la moto los hicieron bajar del auto y les dijeron que eran policías. Franco les pidió que se identificaran. “Vos ves muchas películas” le contestó uno de los oficiales de civil.

No tardó demasiado en llegar otro patrullero con dos policías que si vestían el uniforme. A Franco lo subieron al móvil a las patadas. Massian se resistió, le desesperaba dejar sola a Patricia con esos tipos. El patrullero arrancó con Franco adentro camino a la Comisaría XIII. Él nunca supo para donde iban. En el Fiat Patricia forcejeaba con los policías de civil. “Vos sabes que tenés que hacer para salvarlo a tu novio”, le repetían en el oído. La golpearon y abusaron de ella. Volvieron a repetirle la amenaza cuando iban camino a la comisaría: “Vos sabes lo que tenes que hacer”.

Antes de ingresarlos a la seccional, los oficiales les robaron el celular y a Franco le sacaron la billetera en la que tenía 1200 pesos. Los padres de Massian se enteraron que los tenían detenidos cuando una voz en el teléfono les dijo que su hijo y su novia estaban presos pero que todo se resolvía con mil pesos. La familia hizo el pago y ellos fueron liberados. “No hagan ninguna boludes, miren que tenemos sus números de teléfono”, fue lo que les dijeron antes de dejar la comisaria.

Según informó Contrapunto, Franco y Patricia contactaron a Lita Alberstein, dirigente del MST y Secretaria de DDHH de la CTA Tucumán que dejó sentada la denuncia en la fiscaía 10 de la capital provincial. La causa fue caratulada como abuso sexual simple, privación ilegítima de la libertad, apremios ilegales, incumplimiento de deberes de funcionario público y robo. La pareja ya se presentó ante el perito del Ministerio de Seguridad para dar pruebas de los golpes. Los nombres de los oficiales de civil que iban en la moto todavía son un misterio.