La abogada del acusado Guillermo Jofré le pidió que no hablara. Él no le hizo caso: cuando el presidente del tribunal de la Cámara en lo Criminal de Viedma le preguntó si quería decir las últimas palabras, dijo que sí. “Me siento libre por decir lo que pasó”, dijo. Y aceptó que mató a Karen Álvarez, de 14 años: “Yo la asesiné, pero no abusé de ella”.

Karen desapareció durante dos días hasta que el domingo 26 de octubre de 2014 encontraron su cuerpo cerca del hipódromo de Viedma. La autopsia demostró que había sido estrangulada con su propio jean. Jofré quedó acusado junto a Carlos Mobilio del homicidio agravado por abuso sexual con acceso carnal, por femicidio, alevosía, para procurar la impunidad y por haber participado dos o más personas. Hoy, en la audiencia de los alegatos, Jofré desvínculo del hecho al segundo acusado: “Mobilio no estuvo ahí”.

Durante el debate, Jofré explicó que la responsable del hecho es “gente de poder” y que lo hizo por un “pacto con San La Muerte”. Cuando terminó de hablar, los jueces pidieron un cuarto intermedio. Después, volvieron a indagar al acusado pero con la sala vacía: el público y la prensa tuvieron que esperar fuera del tribunal por pedido de la defensa. Después de la indagatoria, el fiscal, el abogado querellante y los defensores terminaron sus alegatos y la Cámara puso fecha para la sentencia. A pesar de que todos pensaron que la decisión se iba a conocer este año, el veredicto lo leerán el 15 de febrero de 2017.

La última audiencia antes de los alegatos fue el primero de diciembre. Ese día declaró José “el Polaco” Álvarez, hermano de Karen. Contó que una sola persona le habló sobre el asesinato de su hermana. “Rocío Calvo, ex novia de Jofré, le comentó a mi compañero Germán Suárez que ella estuvo cuando la violaron a mi hermanita. En ese momento Rocío estaba en pareja con Michel Carabajal”, dijo frente al tribunal.

– Jofré la llamaba todos los días y le pedía que no lo mandara al frente. La amenazaba con matarle al hijo de dos años – declaró José.

– ¿Germán Suárez, Michel Carabajal y Rocío Calvo viven acá? – consultó el juez Guillermo Bustamante.

– Sí.

– El tribunal decide cerrar la sala y llamar a declarar a estos tres testigos en este momento.

La Cámara en lo Criminal de Viedma cerró sus puertas e hicieron un careo con los nuevos testigos que acusaron a Jofré. Hoy, el imputado dijo que ya no aguantaba más la presión y confesó haber matado a Karen.

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El viernes 24 de octubre de 2014 iba a nacer la primera nieta de Edith Miller. La mujer ya era abuela de seis varones y esperaba con ansias a la nena. Ese día, Karen pidió permiso para retirarse antes de la escuela Formación Agraria e ir a visitar a su hermana al hospital. “Le encantaba la idea de tener una sobrinita”, contó Edith a Cosecha Roja. Se encontraron todos en la sala de partos y a las dos y media de la tarde la adolescente le pidió plata a la mamá para volver a la casa en colectivo: esa fue la última vez que la vio.

Karen llegó a la casa del papá -separado de Edith- y se volvió a ir a las cuatro y media. Dijo que iba al ciber por un rato. Cuando se hicieron las nueve de la noche y no volvía, Oscar llamó a Edith y le preguntó si estaba con ella. “No, cualquier cosa te aviso”, le dijo. Karen nunca apareció. El sábado repartieron folletos y se movilizaron para saber dónde estaba.

– ¿Hola, Edith? Andate hasta el hipódromo que parece que encontraron a una mujer.

Edith no entendía el llamado de su amiga. Ella no podía imaginarse el trágico final. Era domingo y en media hora viajó desde su casa hasta el barrio Loteo Silva, a siete kilómetros de Viedma. En el camino, respondió a otro llamado: “¿Dónde van a hacer el velorio?”.  Entonces, presintió lo peor. “Todo el mundo sabía menos yo. Y hasta el último momento tuve la esperanza de que no fuera ella”, dijo la mamá de Karen. Dos vecinos habían encontrado el cuerpo de su hija ahorcado con un pantalón.

 

Foto: Pablo Leguizamón