El policía Hugo Daniel Pos se negó a declarar y seguirá detenido. Está acusado de matar a Rodrigo, un adolescente de 14 años, en el barrio Billinghurst de San Martín. Ayer, el fiscal Marcelo Alejandro Brocca cambió la carátula de “exceso en legítima defensa” a “homicidio simple”: según las pericias que realiza Gendarmería, el agente del GAD disparó 16 veces a 32 metros de Rodrigo y lo asesinó de un tiro en la nunca.

Anoche, la mamá, el papá y los cuatro hermanos velaron a Rodrigo.

Rodrigo Correa asesinado por la policía

En las redes sociales, el diputado Leonardo Grosso escribió:

“Rodrigo Correa tenía 14 años, vivía con su mamá y su papá en una casa muy humilde del barrio de Billinghurst en San Martín. Dormían los tres en una cama porque no tenían otra, la mamá trabaja todo el día, el papa está muy enfermo y eso le impide trabajar.

En el barrio se multiplican los testimonios de amigos, conocidos y vecinos con ganas de contar quién era él. Como si fuera un rezo, todos cuentan sobre su buen corazón, sus piruetas en la bici, sus ganas de trabajar para poder dar una mano en su casa.

Rodri Correa fue asesinado de un tiro en la nuca por el policía bonaerense Hugo Daniel Pos. Las pericias confirmaron que no había más armas que la del policía y que este fue el único que disparó 16 veces sobre chicos indefensos, menores de edad, desarmados, queridos por todo el barrio.

Pero el policía no fue el único que disparó sobre Rodrigo. Le vienen disparando hace tiempo: el sistema económico que lo dejó al costado del camino con solo 14 años, los gobiernos que no llegaron a tender la mano que esperaban, los medios cuando todos los días estigmatizan a nuestros pibes, los políticos en campaña con sus fórmulas “mágicas” de mano dura y la justicia que siempre mira para otro lado.

Todos apuntan sobre los pibes pobres. Todos los poderosos apuntan sobre los más débiles, los más pobres, los más desprotegidos, los más buenos, los más pibes.

Los que mueren son siempre los mismos, los que matan y justifican toda esta injusticia también.

Bajen las armas, acá solo hay pibes viviendo”.

A continuación, contamos el caso.

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Rodrigo Alejandro Correa tenía 14 años. Anoche salió con dos amigos de su casa del barrio Billinghurst, en San Martín. Caminaban hacia la esquina de José Hernández y Ocampo cuando se cruzaron con un policía bonaerense que corría a los tiros: una bala le pegó a Rodrigo en la cabeza y lo mató. La versión oficial acusó al pibe y a otros dos jóvenes de intentar robarle el auto al agente y provocar un tiroteo. Pero las pericias de la Gendarmería aún no encontraron el arma que supuestamente tenían. Esta tarde, las cámaras de televisión esperaban en la puerta de la casa del agente y fogoneaban para que la familia marche hacia allí y “visibilice el caso”.

Irma, la mamá de Rodrigo, también desmintió el discurso policial. “Mi hijo pasaba caminando con dos amigos. Iban a la casa de otro. No estaban armados, no andaba con mala junta, es mentira eso del robo. Este policía salió a los tiros y mató a Rodrigo”, le dijo al portal QuePasa.

Rodrigo murió en el lugar. Los otros dos adolescentes tienen heridas en las piernas y están internados en el hospital Castex. Según QuePasa, los vecinos de la localidad de Billinghurst escucharon por lo menos 15 disparos: todas las vainas pertenecen al arma de la policía. Aunque la causa principal que investiga la justicia sigue siendo el robo, la Bonaerense fue apartada de la investigación y el policía acusado de “exceso en la legítima defensa”. Mañana deberá declarar ante el juez.

El caso se conoció dos días después del salto a la fama de El Polaquito, el niño de doce años que mostró en cámara un informe del programa de Jorge Lanata. En el barrio de Rodrigo no creen que sea casualidad: la campaña mediática busca fomentar la baja de edad de imputabilidad de los adolescentes.

La familia de Rodrigo y el policía viven a tres cuadras. El agente pertenece a la misma comisaría que su compañero que un año atrás mató a Víctor González, un joven que había ido al almacén de la vecina a pagar sus deudas: cuando vio el operativo policial no corrió porque estaba seguro que no era con él pero una bala lo mató.

Las organizaciones territoriales de la zona esperan que esta noche, en el horario de los noticieros de televisión, todos estén es sus casas.

Foto: Mario Sayes

* Nota publicada el 18 de julio y actualizada el 20.