Notimex.-

En Venezuela prevalece una postura contraria a cualquier iniciativa que tienda a la legalización de las drogas como medida para intentar frenar el narcotráfico, pese al fuerte incremento del consumo, afirmaron expertos locales.

Aunque el gobierno se ha mantenido al margen de la polémica, el presidente Hugo Chávez en diversos actos públicos se ha manifestado en contra de despenalizar los estupefacientes y lo propio ha hecho el candidato presidencial opositor Henrique Capriles.

El actual gobernador del estado Miranda, que se enfrentará al líder de la Revolución Bolivariana en los comicios presidenciales de octubre próximo, se ha definido como un “defensor de la vida” y, por lo tanto, contrario a cualquier iniciativa que dañe la salud.

“Soy un defensor de la vida y las drogas acaban con los seres humanos. Tenemos un país con grandes carencias, especialmente las educativas, y no quisiera ver cómo nuestra juventud se perdería con la legalización”, afirmó Capriles durante su campaña.

A juicio del abanderado de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), “los jóvenes necesitan oportunidades para progresar y las drogas son un obstáculo; las utilizadas con fines recreacionales suponen un importante riesgo de adicción, violencia y deterioro social”.

Pese al consenso que existe entre el oficialismo y la oposición en torno al tema, la despenalización de las drogas sigue generando polémica en un país donde el consumo de drogas se ha generalizado en todos los estratos sociales.

“El consumo de drogas se ha generalizado tanto en los barrios pobres como en las urbanizaciones ricas y ha logrado alcanzar con sus tentáculos a estudiantes de escuelas primarias, liceos y universidades”, dijo a Notimex el abogado penalista Bayardo Ramírez.

El ex presidente de la Comisión Nacional Contra el Uso Indebido de las Drogas (Conacuid) advirtió que “no podía ser de otra manera, ya que la droga que se trae de Colombia pasa por Venezuela, que se ha convertido en un depósito y en un país de tránsito”.

Subrayó que el consumo de drogas se ha incrementado además por la proliferación del llamado “microtráfico”, es decir, vendedores al detalle que distribuyen las sustancias en los centros comerciales y otros lugares públicos frecuentado por jóvenes.

Destacó que las drogas de mayor consumo entre la juventud venezolana son marihuana, cocaína, crack, éxtasis, basuco y perico, las cuales a menudo son decomisadas en pequeñas porciones en los operativos realizados por los cuerpos policiales.

“El problema de las drogas afecta y preocupa a muchos padres, educadores, políticos, religiosos, gobernantes, quienes al parecer no han sabido enfrentarlo eficazmente mediante campañas preventivas y de rehabilitación”, enfatizó Ramírez.

Agregó que este es un problema de tipo social, muy relacionado con la actual problemática de violencia e inseguridad que se vive en el país, “caracterizado por los atracos, secuestros y homicidios”.

Dijo que como consecuencia de la expansión del consumo de drogas han surgido numerosas bandas juveniles que se disputan el territorio de la droga y cuyos enfrentamientos con armas de fuego producen numerosas muertes, especialmente de jóvenes menores de edad.

“Es decir, lo que antes de 1960 era un problema de algunos grupos de consumidores y sus familiares (un problema individual y de salud), hoy ocupa la atención de todos y preocupa a todos. Pasó a ser un problema colectivo complejo y complicado”, destacó Ramírez.