Cosecha Roja.-
La marina de México fue cautelosa como animal de caza y abatió al segundo líder del cartel Los Caballeros Templarios Enrique Kike Plancarte Solís. Identificó su nueva vivienda del Estado de Querétaro, la cercó sin prisa durante dos días y apostó a sus hombres en puntos estratégicos. Cuando llegó el momento de la captura Kike resistió, disparó y murió.
A pesar de tener todos los datos para confirmar la muerte del capo, las autoridades mexicanas van a esperar los resultados del peritaje forense de la Procuraduría General de la República para dar un parte oficial. “Se está verificando la identidad de Enrique Plancarte, presumiblemente abatido en un enfrentamiento con @SEMAR_mx. Mañana más información”, escribió en su cuenta de Twitter la Secretaría de Gobernación.
La precaución de reafirmar el hecho con pruebas forenses se debe a que el pasado 9 de marzo capturaron a Nazario Moreno González, alias El Chayo, a quien el gobierno de Felipe Calderón ya había dado por muerto en 2010. El líder de la organización criminar Los Caballeros Templarios fue asesinado en un enfrentamiento con el ejército y la marina mexicanos en el Estado de Michoacán. Su identidad fue confirmada a través de pruebas realizadas por dactiloscopistas forenses especializados que cotejaron las huellas de los diez dedos de las manos con los registros de su credencial de elector y cartilla militar.
Plancarte Solís compartía la jefatura de con El Chayo y con el ex profesor Cervando Gómez Martínez alias La Tuta, quien ahora quedó como único cabecilla del cártel. Los medios locales aseguraron que emprendió la fuga del estado de Michoacán.
En una de las páginas de Facebook que lleva el nombre de Enrique Plancarte dice que trabaja en La Orden de Los Caballeros Templarios, estudia en La Ley de la Calle, es de Morelia y vive en Roma. La foto de perfil es una declaración de principios: dos pistolas automáticas con dos cajas de municiones, “te amo” escrito con casquillos de bala y en un papel una letra a mano que advierte “pero si me fallas todas son para ty” (sic). Los otros perfiles tienen post con saludos y denominaciones: “cómo anda mi jente de michoacán”, “guardián del estado”. Ninguno tiene más de 100 amigos ni publicaciones posteriores a julio de 2013.
El capo intentó cambiar su apariencia usando lentes, camuflando su atuendo personal con ropa de estilo sport y cambiando casi todo su equipo de guardaespaldas. Una táctica similar había usado El Chayo, de quien se dijo había tenido varias cirugías plásticas en el rostro para cambiar su mentón, modificar su apariencia física y resistir la captura.
Según se supo por uno de sus hombres, capturado por las autoridades mexicanas, Plancarte Solís cambiaba constantemente sus aparatos de comunicación para no ser detectado. Sin embargo, esa fue la forma en que lo encontraron. La Armada interceptó una de las conversaciones en que daba órdenes a uno de sus lugartenientes y ubicó su nueva casa.
Los Caballeros Templarios es un cártel del estado de Michoacán que surgió en marzo de 2011 como continuación del grupo delictivo La Familia Michoacana. El primer crimen público que se le atribuye es el asesinato de dos hombres que aparecieron colgados de un puente con un letrero que decía: “Lo matamos por ladrón y secuestrador. Atentamente: Los Caballeros Templarios”. Su nombre recuerda a la orden religioso-militar del siglo XII Los Caballeros Pobres de Cristo y El Templo de Salomón creada en Jerusalén para proteger a los peregrinos que visitaban lugares sagrados durante la primera cruzada.
Foto: Proceso.com.mx
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