Shaila Rosagel – Sin Embargo.-
Desde 2010 a la fecha, el terror para los migrantes centroamericanos que transitan por México para llegar a Estados Unidos creció, no se ha detenido y ahora es incluso peor que el drama que se vive actualmente en Europa porque aquí, al invisibilizarlos, el Gobierno federal no asume esa crisis, dijo Martha Sánchez Soler, del Movimiento Migrante Mesoamericano.
“El problema para los migrantes empezó en 2006. En 2010 aumentó exponencialmente la participación del crimen organizado, se vieron los efectos de la guerra contra las drogas, pero de 2010 a la fecha se ha ido agravando y cada vez hay menos grietas por donde sobrevivir”, explicó la activista.
Los migrantes son asesinados en el camino, secuestrados para trata sexual y laboral y muchos de ellos desaparecidos.
“Si en México los migrantes flotaran como flotan en el mar Mediterráneo, tendríamos cadáveres por todo México flotando. Los migrantes aquí son invisibles, terminan en las fosas clandestinas o terminan como esclavos sexuales y laborales”, planteó la activista y organizadora de la Caravana de Madres de Migrantes que todos los años recorre la llamada “Ruta del Migrante” en busca de sus desaparecidos.
Hace unos días la la fotografía de un niño sirio de tres años ahogado en las aguas de la isla griega de Kos por escapar de la guerra y llegar a Europa como refugiado, sacudió al mundo al difundirse en redes sociales y medios de comunicación. México no fue la excepción.
Sin embargo México vive su propio drama migratorio que a decir de la activista es “aterrador”. Se estima que en el México han desparecido alrededor 120 mil migrantes durante su tránsito.
La suerte de los migrantes centroamericanos que transitan por México ha sido denunciada por varios activistas desde hace años, sin que el Estado mexicano detenga la masacre de indocumentados.
En diciembre de 2013 Fray Tomás González Castillo, director del albergue La 72 de Tenosique, Tabasco, se refirió a México como el cementerio clandestino que sepulta anualmente a miles de migrantes.
“Mientras Estados Unidos levanta muros, aquí cavamos fosas para enterrarlos”, dijo Fray Tomás en esa ocasión.
Aunque no existen estadísticas confiables sobre su género, edad y la cantidad exacta de personas provenientes de Centroamérica y que cruzan por el país, hay trabajo de campo que indica que son víctimas del Estado, del crimen organizado y de una colusión entre ambos, explicó la activista Sánchez Soler.
“Les pasa de todo. Lo que menos les pasa son las golpizas los robos y que los dejan sin papeles… sin nada. Lo que menos les pasa a las mujeres son las violaciones. Lo que más les pasa es que se mueren en el camino”, dijo.
Los migrantes terminan en fosas clandestinas, en trata de personas e incluso en explotación o trata laboral.
“Tenemos el caso de un joven de Honduras que estuvo desaparecido 15 años y fue localizado aquí en México: lo tenía un cacique en un pueblo de Hidalgo, en un rancho, trabajando en las caballerizas, sin sueldo. Era un esclavo”, indicó.
El joven de 31 años, quien desapareció cuando intentaba cruzar México para llegar a Estados Unidos a los 16 años, tardó una semana en poder hablar y comunicarse con su madre, quien viajaba en la Caravana de Madres Migrantes.
De acuerdo con la activista hubo avances con la nueva Ley de Migración publicada en 2011, sin embargo el reglamento fue mutilado y la legislación simplemente no se aplica.
“Lo que están haciendo es aterrador. Dicen ‘rescatamos’, pero no rescataron, los apresaron, detuvieron y deportaron. Muchos de los que dicen que rescataron estaban en el último tramo del viaje, después de que pagaron todo y pasaron por todo. A esos los deportan y ahí vienen otra vez, vuelven a empezar”, detalló.
La activista agregó que en el país existe una gran simulación en el tema migratorio. El Plan Frontera Sur, explicó, forma parte de ella.
“En el Plan los protegen para que no se caigan del tren, pero los avientan por las veredas donde los están asesinando. Todo es simulación, el Plan es un mecanismo de contención criminal, lo están haciendo con violencia”, detalló.
“La gruta del dolor”
Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer presentó dos publicaciones que denuncian el modus operandi del crimen organizado en México para reclutar mujeres migrantes y explotarlas en la trata. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo
Como parte de la lucha en contra de la trata de mujeres migrantes, Elisa Martínez, integrante de la organización civil Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer, presentó un cómic titulado “La gruta del dolor”, que recoge el modus operandi del crimen organizado para reclutar y secuestrar mujeres centroamericanas migrantes y hacerlas víctima de trata en México.
Elvira Madrid Romero, directora de la asociación, también explicó que las violaciones contra mujeres migrantes en su paso por México se han incrementado, pero también las vejaciones contra los hombres.
“No sólo violaban a mujeres, estamos visitando a los albergues donde están los migrantes y nos confían que también a los hombres los están violando. Criticamos mucho lo que se hace en Estados Unidos, pero en México hay mucha discriminación”, afirmó.
El cómic recoge información de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y de distintos activistas como los sacerdotes católicos Alejandro Solalinde y Heyman Vázquez Medina, fundador de La Casa del Migrante Hogar de la Misericordia en Arriaga, Chiapas.
La publicación expone las violaciones a los que son expuestos los migrantes por distintas autoridades mexicanas y su colusión con miembros del crimen organizado.
La organización también presentó el manual Auto-Protección ante la trata de personas, en donde se pueden leer esquemas básicos y señalamientos de defensa individual y colectiva a partir de un caso de estudio en Ecatepec, Estado de México.
Brigada Callejera publicó también el libro “Hacia una mayor rendición de cuentas”, donde se incluyen testimonios de mujeres sobrevivientes de trata sexual y que se dedican al trabajo sexual.
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