La Justicia condenó ayer al ex fiscal de Investigaciones Administrativas de La Pampa, Enrique Romero Oneto, a tres años y medio de prisión por “producción de imágenes que involucran a menores de 18 años”. Las víctimas fueron su propia hija y dos amigas de ella, todas de 13 y 14 años. El ex fiscal no irá preso hasta que la sentencia esté firme.
A principios de enero de 2016, el ahora exfiscal olvidó su computadora abierta. Una de las amigas de la hija salía de la pileta y vio imágenes de ella misma cambiándose en el baño. Llamó a las demás chicas y decidieron revisar la computadora de Romero Oneto. Allí había varios videos y fotos de ellas en la misma situación. Estaban en una carpeta con el nombre “Armas 2015”. Las chicas decidieron llamar a la ex mujer del fiscal, que representó la denuncia.
“Romero Oneto grabó mediante la utilización de una cámara ‘reloj de mesa espía’, colocada en el baño que conformaba la habitación en suite de la vivienda que alquilaba, seis videos que involucraron a menores de 13 y 14 años. Las fechas de las grabaciones fueron el 5, 6 y 11 de enero del año pasado en diferentes horarios y “la cámara espía estaba conectada a la computadora del imputado”, dijeron los jueces en sus fundamentos.
Uno de los testigos fue el instalador de la cámaras. El técnico contó que, por pedido de Oneto, había instalado una cámara inalámbrica de seguridad con wifi, y que configuró la cámara y la computadora del imputado para recibir las imágenes. La cámara -disimulada en un reloj – se activa cuando registra movimientos y los graba en la computadora de forma remota.
Los jueces decretaron la“la prohibición absoluta de contacto por cualquier medio y acercamiento de Romero Oneto a menos de 200 metros de las menores que resultaron víctimas y de sus respectivos domicilios”.