Antes de que un tribunal la declarara inocente Yanina González pasó dieciocho meses presa acusada de abandono de persona seguida de muerte. Para la Justicia era una “mala madre” por no impedir que su pareja asesinara a golpes a Lulú, su hija de dos años. El movimiento feminista que logró liberar a Yanina ahora exige Justicia por Lulú: Alejandro Fernández, el femicida, irá a juicio el próximo 7 de mayo.
Yanina tenía 23 años y cursaba un embarazo de seis meses cuando Fernández le pegó por última vez. Después la golpeó a Lulú, la hija que ella había tenido con una pareja anterior. Las encerró en la casa y se fueron a dormir. Ese viernes 16 de agosto de 2013 Yanina no durmió: sabía que su hija no estaba bien pero no podía salir.
El sábado, cuando Fernández se fue de la casa, ella escapó con la beba. Pidió prestada una tarjeta SUBE y fue al centro comunitario Gallo Rojo. Ahí vieron que Lulú estaba decaída y la acompañaron al hospital.
Lulú murió en el hospital. A Yanina le tomaron declaración y quedó demorada en la Comisaría de la Mujer de Del Viso. Después la trasladaron a Los Hornos, La Plata, donde unos meses después parió a su segunda hija, Tiziana.
La titular de la Fiscalía Especializada en Violencia de Género de Pilar, Carolina Carballido Calatayud repitió los mandatos de la justicia patriarcal. En vez de considerar que se trataba de un femicidio vinculado (es decir, que se mata a una persona vinculada a la mujer para provocarle un daño), impulsó un proceso penal contra Yanina por abandono de persona seguido de muerte. Para la fiscal era una “mala madre”. En paralelo, Carballido Calatayud abrió otra causa contra Fernández por el homicidio de Lulú sin informar a la defensa ni a los familiares de Yanina.
Fernández siguió libre. Vivía en el mismo barrio que su ex pareja: la hostigaba y la amenazaba a ella y los testigos que declararon la violencia que ejercía contra ella.
El movimiento feminista logró que Yanina fuera absuelta en un juicio oral en marzo de 2015 y que avanzara la causa contra Fernández, que fue detenido en diciembre de 2016. Ahora llaman a movilizarse para exigir Justicia por Lulú.