El debate por el derecho de las personas gestantes a acceder a un aborto legal, seguro y gratuito llegó al Congreso de la Nación pero no se queda ahí. La marea verde desborda todos los diques de contención: ganó la calle y los sindicatos y atraviesa espacios de trabajo, mesas familiares, encuentros entre amigos y también llegó a las aulas.
Celeste Mac Dougall, docente especializada en sexualidades y género e integrante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito nos cuenta cómo se discute el tema en escuelas e institución de formación docente, cuál es el rol de los y las docentes, qué inquietudes tienen lxs niñxs y adolescentes y cómo construyen su identidad y sus relaciones en este nuevo contexto.
1. El rol de las y los docentes
Es un rol fundamental en relación a la consigna que tenemos como Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, que es “educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”. Es una consigna integral, que implica que no podemos educar sujetos, mujeres y adolescente libres si no están garantizados sus derechos: si quieren parir o no, si quieren gestar o no, si quieren ser madres o no.
2. Aborto legal y educación sexual integral en las escuelas
Sin legalización del aborto no hay posibilidades de Educación Sexual Integral, porque hay un reconocimiento a un derecho negado sistemáticamente. ¿Cómo construimos sujetos de derecho que puedan decidir libremente sobre su salud sexual, sobre sus decisiones autónomas, sobre su placer y su deseo si no están garantizados sus derechos a decidir?.
3. Cómo se trabaja el tema en las aulas
Trabajo en la formación de futuras docentes de nivel inicial y medio y laburo a partir de los contenidos establecidos. Como Campaña desarrollamos una guía para docentes porque veíamos que había una virtual clandestinidad pedagógica a la hora de abordarlo en las aulas. Si estaban en contra no lo abordaban y a quienes sí lo hacían se les complicaba mucho: tenían miedo, dudas, no sabían cómo hacerlo. La guía aporta todo el marco normativo.
4. Las inquietudes, exigencias y demandas que lxs chicxs llevan al aula
Van desde cuestiones que tienen que ver con su identidad y sobre cómo están construyendo sus identidades hasta situaciones de violencia en sus relaciones interpersonales y cuestiones que tienen que ver con el aborto. Se configuran como temas pero también como reclamos. El año pasado, en las tomas de las escuelas secundarias y el movimiento estudiantil uno de los reclamos fuertes y centrales fue la efectiva aplicación de la ley de Educación Sexual Integral (ESI).
5. Aborto: una demanda urgente
El derecho al aborto se configuró como una demanda urgente del movimiento feminista y de mujeres y se trasladó al conjunto de la sociedad. Uno de los sectores más movilizados y atentos a este reclamo es el movimiento estudiantil. Se ha puesto al hombro este debate y esta exigencia incluso desafiando a autoridades y docentes de esas instituciones. Tanto organizando pañuelazos o debatiendo cuestiones que tienen que ver más con ellos, como la violencia en las relaciones de pareja o imposiciones en relación a la vestimenta. Es un sector sumamente dinámico.
6. Relaciones violentas: cómo trabajar con los varones en el aula
En el caso de varones cis heterosexuales uno de los puntos fuertes a trabajar es el de los noviazgos violentos. Las denuncias que hubo y sigue habiendo evidencia que durante todos estos años esos pibes no tuvieron ESI: no pudieron trabajar roles de género, ideas de amor romántico posesivas, etc.
Hay una concepción de masculinidad que se configura como violenta. La responsabilidad, por supuesto, es de quien la ejerce, pero también hay que pensar que son adolescentes que están estableciendo sus primeros vínculos de pareja, que se configuran violentos. Ahí hay una falla. La ESI tiene casi 12 años de sanción y su aplicación es casi nula.
Es un tema complejo que hay que charlarlo y seguir profundizando. Un hecho que se configura como la primera relación con una piba ya te constituye como un varón violento. La escuela es un lugar donde se construyen otros sentidos. Educar respecto de la responsabilidad del cuidado, de la imposición sobre el cuerpo de la otra y del otro. Y no anclar a los pibes en un hecho de su vida, poder construir que esa forma de vincularse no es una forma de vinculación sana amorosa, placentera y consensuada. Y poder construir otras masculinidades y pibes que se relaciones de otra manera. La escuela cumple esa función.