La diputada del PRO, Silvia Lospennato, se emocionó y nos emocionó a todxs con un discurso de cierre contundente que recordó a las históricas feministas que lucharon en distintas épocas por el aborto legal, seguro y gratuito. Aquí lo reproducimos.

lospennato

Me toca cerrar uno de los debates más largos, más responsables, más plural que hemos llevado en este Congreso.

Todos nosotros hoy tenemos la oportunidad de modificar una ley que tiene 100 años.
Estamos acá para reflejar en el texto de la ley los avances de nuestra sociedad en todo un siglo en el que las mujeres fuimos acortando la brecha de los derechos que aún nos separan de una sociedad paritaria.

Ninguno de nosotros es el mismo, todos hemos atravesado un proceso de aprendizaje profundo y pase lo que pase en unos minutos, no hay vuelta atrás.
Porque pudimos nombrar el dolor que significa el aborto en nuestro país
Un dolor profundo, un dolor silenciado, el dolor en el que se confunde la culpa, la criminalización de la pobreza y la ausencia del Estado.

Escuchamos cientos de historias que se hicieron públicas de mujeres valientes que se animaron a contar la profunda soledad que se siente cuando tenés que abortar en la clandestinidad.

Y otras tantas miles de historias que se salieron a la luz en cada una de nuestras familias.

Hoy la sociedad no es la misma.

En la Argentina al menos 50 mil mujeres son hospitalizadas por abortos inseguros.
50.000 de cuántas? De 350 mil como dicen las estimaciones científicas más serias y nunca refutadas con igual nivel de rigurosidad científica.

Quieren decir que son 50 mil de 250 mil, de 200 mil, el número que quieran describe una tragedia que afecta a las mujeres argentinas.

Frente a esta realidad quieren salir de este recinto sin haber apoyado una propuesta concreta, una propuesta de Salud Pública para las mujeres de nuestro país.

Quisieron hacernos creer que lo que estamos debatiendo es aborto si o aborto no, pero esta sociedad ya no se engaña más a sí misma, esta sociedad ya sabe que el único debate es aborto legal o clandestino.

Quisieron apropiarse del concepto de “DEFENDER LA VIDA” pero hoy sólo hay en debate una propuesta que defiende la vida y es el SI a la legalización.

Lamentablemente no llegamos a este recinto con una mayoría abrumadora a favor de la legalización, porque la conquista de derechos en la historia siempre es una victoria que arranca de las manos del opresor, es un poder que alguien pierde para que otro lo ejerza.

Hoy estamos conquistando el poder de decidir sobre nuestros propios cuerpos, es la autonomía de las mujeres, es el derecho a elegir nuestros proyectos de vida.

Nosotros trajimos un proyecto, nosotros debatimos argumentos, nosotros mostramos empíricamente la magnitud del problema; del otro lado sólo hay un dictamen de rechazo y no me queda claro, qué es lo que rechazan.

Rechazan la estadística oficial? Rechazan la realidad del aborto en la Argentina?
Rechazan la necesidad de garantizar el derecho a la salud de las mujeres que abortan?

Los que hoy se oponen:
Dijeron que no se puede legalizar por qué defienden la vida desde la concepción y 5 minutos después no sostuvieron ese argumento respecto del embrión producto de una violación, o de los embriones congelados por tratamientos de fertilización asistida.
No es desde la concepción sino desde la concepción consentida, menuda diferencia.
No son todos los embriones sino los que están en el útero de una mujer porque sobre los que están en una heladera no dicen nada.

Dijeron que querían salvar las 2 vidas pero eso es una falacia.
Es falso porque no dicen cómo van a evitar que una mujer aborte, la manera correcta de decirlo es que quieren forzar a las mujeres a ser madres, díganlo con todas las letras. Creen que es posible obligar a una mujer a ser madre contra su voluntad.

Ni nuestro código penal de casi 100 años obligaba a tanto, porque cuando la mujer había sido violada se le garantizaba el aborto atendiendo a su autonomía, a su consentimiento.

Por lo tanto cuando la decisión difícil, triste, pero personalísima de una mujer es NO ser madre nada puede hacer el Estado, nada puede hacer nadie salvo como proponen Uds amenazar con el Código Penal y eso evidente no fue suficiente.

Pero en ese caso extremo aún nos queda una vida por salvar, que es la de esa mujer
Dijeron que no se puede legalizar el aborto porque eso causaría más aborto pero no hay ninguna evidencia empírica en que apoyarse.

Por el contrario los abortos bajan cuando se legalizan, porque las mujeres que son atendidas por el Estado en el proceso, las que son aconsejadas y acompañadas pueden: o bien, decidir seguir con su embarazo o interrumpirlo de manera segura recibiendo inmediatamente información y anticonceptivos para no tener que volver a pasar por esa situación.

Algunos otros esgrimieron razones personales, creencias religiosas pero al no tratarse de razones públicas no pueden ser impuestas por ley al resto de la sociedad.

Los argumentos a favor de la legalización están claros, hemos escuchado sobre ellos toda la noche; no hay verdaderos argumentos en contra.

Pero este no es un día de tristeza este es un día de gran alegría, las mujeres estamos orgullosas de estar dando este debate después de un siglo.

Miles y miles de mujeres en la Plaza que pasaron la noche en la vigilia de que alumbráramos esta Ley.

Miles de mujeres que en todo el país están siguiendo este debate que conocieron las caras y los nombres de sus diputados, de aquellos que representamos su deseo genuino y profundo de conquistar este derecho y también de los otros que van a desoír este grito, que van a desoír este pedido y apenas van a retrasar el avance de sus derechos.

Porque las mujeres no abandonaran las calles, no se ocultarán más ni tendrán miedo, las mujeres vamos a luchar por la paridad de derechos cueste lo que cueste.

Algunos legisladores han hecho propuestas para modificar la ley en particular con el compromiso de acompañarla en general, se las aceptamos; mejoremos la ley lo que haga falta pero salgamos de aquí con la esperanza intacta de que la legalización del aborto se encuentra un paso más cerca.

Los que voten por el no, sepan que lo único que le están ofreciendo a las mujeres es la amenaza de la cárcel y a los que se crean que en una semana vamos a aceptar una propuesta de despenalización, les decimos que NO vamos a claudicar en nuestra lucha por el aborto legal.

Nosotros los legisladores que hoy vestimos pañuelo verde y otros que han abierto su corazón a esta realidad dolorosa venimos a proponerles dejar de mirar para el costado.
Dejar de hacer como que el aborto no existe y hacernos cargo
Yo vine a la política para eso, para hacerme cargo de los problemas.

No hay un solo legislador en esta Cámara a favor del aborto, todos estamos a favor de la vida pero solamente nosotros tenemos una propuesta que salvará vidas.

Diputados y diputadas este es el siglo de los derechos de las mujeres, más tarde o más temprano estas jóvenes que llevan con orgullos sus pañuelos en las mochilas los conquistarán.

En su dedo tienen el poder de votar por nuestros derechos, que no les tiemble el pulso, escriban sus nombres del lado correcto de la historia, saquemos de la clandestinidad el aborto, legislemos por la salud y la autonomía de las mujeres

Y para concluir permítame Presidente nombrar a las mujeres que con su lucha nos trajeron hasta aquí: Martha Rosenberg; Marta Aanis; Nelly Minyersky; Diana Maffía; Mabel Bianco; Silvina Ramos y Virginia Franganillo. A la memoria de Carmen Argibay, Dora Coledeseky; Lohana Berkins y Verónica Marzano.