La película TransAmerica hace foco en la relación entre una madre trans que está por hacerse una vaginoplastía y su hijo. En 2018, cuando un profesor eligió proyectarla en la materia EDI (Espacio de Definición Institucional) se armó un debate: primero en el aula, después en las casas y por último entre las autoridades de la secundaria Rodolfo Walsh, en el barrio de Villa Pueyrredón de la Ciudad de Buenos Aires.
Una familia denunció en la escuela “los contenidos perversos” de la película y destacó “los besos entre personas del mismo sexo”. La denuncia entró a la Supervisión del distrito seis y así empezó un expediente contra el profesor.
En esa ficha también se incluye un descargo, donde el profesor dice que “la proyección se dio en el marco de la ley nacional de Educación Sexual Integral, aprobada en 2006 por el Congreso Nacional, y la ley de Ciudad de Buenos Aires que promueve la obligatoriedad de la misma”.
Dos años después de recibir la denuncia, esta semana la Supervisión y la Dirección de Educación Media porteña envió el expediente a la escuela, acompañado de uno nuevo del que nadie tenía conocimiento, en el que “sugiere” separar al docente de su cargo.
En el segundo expediente que aparece, del cual el docente no tuvo ningún tipo de notificación previa y la escuela tampoco, se hace una nueva denuncia.
“Los cargos ahí son mucho más graves”, dijo a Telam Iván Messina, docente de la escuela y compañero del profesor denunciado. “Apunta a situaciones psicológicas que le produjo la película a esta alumna y la actividad del cine debate, lo cual es paradójico conociendo el vínculo de los maestros con la estudiante”.
Messina dijo que la decisión del área que depende del Ministerio de Educación porteño es contradictoria: “El profesor estaba trabajando contenidos amparados en una legislación nacional que tiene ya 14 años, sumado a la legislación de la Ciudad que habla de la obligatoriedad de desarrollar esos conceptos”.
“Que el Ministerio avale este tipo de denuncias por trabajar contenidos relativos a la transexualidad, nos parece directamente una persecución a la ESI, canalizado o personalizado en un profesor que impartía ese contenido”, denunció Messina junto a la comunidad de la escuela Rodolfo Walsh.
La crítica hacia el Ministerio de Educación apunta a la “persecución” al docente y a la Ley de ESI, ya que iniciar un expediente desmotiva a otros docentes que buscan formas de visibilizar la transexualidad sin patologización.
Ahora la comunidad educativa de la escuela (docentes, padres, madres y alumnado), exige que se cierre el expediente, se absuelva al docente y pide “fundamentalmente no tener una persecución por aplicar los contenidos de acuerdo a las leyes que rigen”.
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