Un llamado al 911 alertó a la policía de la localidad de Mayor Buratovich, partido de Villarino: un hombre contó que pasó por la casa de un compañero albañil para ir juntos a la obra y lo encontró ensangrentado. Eran alrededor de las 7 de la mañana del martes 5 de enero. Cuando la policía llegó al lugar, entró a la casa y encontró a dos niñxs durmiendo. En la otra habitación, una mujer muerta, asesinada a puñaladas.
El hombre ensangrentado, Juan Martínez, fue derivado al hospital Penna y después aprehendido por la policía: confesó el femicidio de su pareja, Celina Yésica Paredes.
Celina tenía 21 años y en marzo iba a cumplir 22. Junto a Martínez habían llegado hace tres meses de La Plata a Mayor Buratovich, un pueblo de alrededor de 8 mil habitantes que el año pasado fue noticia por ser la localidad donde la policía detuvo a Facundo Astudillo Castro.
Celina y Martínez tenían dos hijxs: un nene de 2 años y una nena de 4. Todo indica que Martínez la asesinó mientras lxs niñxs dormían.
“Ni bien llegó a Buratovich, Celina me vino a ver y me dijo que quería ser parte de la organización”, cuenta a Cosecha Roja Laura, coordinadora de la rama rural del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) en Buratovich. Celina era pequeña productora cebollera y su primera vivienda en el pueblo estaba justo al lado del galpón donde el MTE se reunía. Hace dos días se había mudado, pero seguía cerca.
“Era muy tranquila y tímida. Y se la veía siempre muy pendiente de sus hijos”, dice Laura.
El femicidio de Celina conmovió no sólo a sus compañerxs del MTE, sino a todo el pueblo que hoy a las 17 se va a concentrar en la puerta de la casa de Celina, donde ocurrió el crimen.
“Queremos que no vuelva a pasar y que se haga justicia por Celina. Nos vamos a manifestar para que nos escuchen y se implementen las políticas públicas que hacen falta”, dice Laura y agrega: “Muchas veces las mujeres no se animan a denunciar justamente porque saben que no pasa nada”.
El femicidio de Celina es el cuarto que se conoce en los primeros días de 2021:
Graciela Flores tenía 44 años. En los últimos minutos del 31 de diciembre, su pareja, Mario Valverdi la apuñaló y después intentó suicidarse. Graciela murió en las primeras horas del 1 de enero, en barrio Universitario, ciudad de Salta.
El sábado 2 Mariana Madona, de 63 años, fue degollada en su casa de la localidad bonaerense de Grand Bourg. Por el femicidio detuvieron a su hermano mayor.
María Florencia Azcaneo tenía 41 años. El domingo 3, en un paseo comercial de la localidad de Sierra de los Padres, fue asesinada de un balazo en el cuello por Gustavo Sensán, un hombre que trabajaba como vigilador en ese centro comercial. Antes de dispararle, Sensán le recriminó a María Florencia que ella lo había acusado de un supuesto abuso previo.
Entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2020, en Argentina hubo un femicidio cada 32 horas, según el Observatorio Mumalá, que elabora las estadísticas a partir de las noticias publicadas en medios gráficos y digitales.
