Ilustración: Jael Díaz Vila
Pasaron 29 años de la primera marcha del Orgullo, el 3 de julio de 1992, en la que casi 300 personas caminaron de Plaza de Mayo hasta el Congreso. Algunas incluso con las caras tapadas y antifaces para que no las reconocieran.
Pasaron 29 marchas en las que se sumaron miles de militantes y activistas, color, cuerpos, carrozas, outfits y glitter. La sigla LGBT quedó chica muy rápido. Empezó a sumar letras pero también interseccionalidad. Porque somos lesbianas, gays, bisexuales, travestis, trans, no binaries, queers, intersex, pansexuales y mucho más. Pero también somos pobres, migrantes, racializades, trabajadores, precarizades y mucho más.
Nos acercamos a la número 30 en Buenos Aires. En los últimos tiempos en Cosecha Roja se fue armando un archivo de las coberturas, notas y fotos del movimiento LGBTTIQ+: una bitácora de las luchas, los festejos, los logros y las consignas que no sólo siguen en pie sino que se renuevan y agigantan. Un movimiento que hace mucho dejó de ser una minoría y que en esta 30 marcha volverá a las calles como un tsunami dispuesto a cuestionarlo y cambiarlo todo.
Les pioneres
Carlos Jáuregui murió el 20 de agosto de 1996, a diez días de la primera conquista del colectivo LGTB en la Argentina: la cláusula antidiscriminatoria de la ciudad de Buenos Aires que él ayudó a pensar y redactar. Tenía 38 años. De todos los derechos y leyes por los que luchó, no disfrutó de ninguno. Este año se cumplieron 25 años de su muerte. Su amigo Gustavo Pecoraro recuerda los años de militancia frenética sin teorías ni libros en esta columna amorosa: Carlos Jáuregui, el rey del activismo precario
A Diana Sacayán la mataron entre la noche del 10 y la madrugada del 11 de octubre de 2015. Lo gritó la militancia y lo sentenció la Justicia en un fallo histórico: fue un travesticidio. Diana, la militante, la luchadora, la impulsora de dos de las leyes más importantes para el colectivo travesti trans: la de Identidad de Género y el Cupo Laboral Trans.
“Fue una visionaria”, resume su hermano y dirigente del Movimiento Antidiscriminatorio por la Liberación (MAL) en esta entrevista: Sasha Sacayán: “Diana fue una visionaria”.
Cuando Paul. B Preciado se enteró de que Lohana Berkins se estaba muriendo, le envió un saludo solidario. Ella respondió: “Decile a Paul que gracias pero que escriba de una vez sobre nuestros cuerpos latinoamericanos, porque mucha testosterona pero de la pobreza y la crueldad, ni una palabra. Que me perdone, pero yo no puedo dejar de luchar”. La anécdota la cuenta Mariana Enriquez en esta despedida que escribió el 5 de febrero de 2016, apenas enterada de la muerte de Lohana: Lohana Berkins, un cuerpo latinoamericano.
La muerte de César Cigliutti, el 31 de agosto de 2020, cayó como un balde agua fría. Como una triste sorpresa, dice Matías Máximo en El rosquero marica: hasta siempre César Cigliutti. El presidente de la Comunidad Homosexual Argentina militó hasta su último día: horas antes de morir, a los 63 años, había estado reunido para pensar la campaña por el cupo travesti trans.
No es ninguna sorpresa: la cara de lxs referentes en el activismo LGBT+ de Argentina no está en manuales, ni en billetes, ni en monumentos. Pero en la 28 Marcha del Orgullo salieron a marchar por Buenos Aires: la llama de su espíritu sigue dando mecha a las luchas de hoy. Mirá: #Orgullo2019: pioneres en marcha
El Orgullo gana las calles
Y hablando de salir a las calles. El origen de las marchas del Orgullo data de 1969, en New York, cuando la Policía allanó el bar Stonewall Inn, uno de los antros más populares entre los gays. La historia completa, que habla de un Orgullo interseccional, la lees en esta nota: Stonewall Inn: un orgullo negro y latino de maricas, travestis y drag kingshttps.
Como dijimos, en Argentina la primera marcha se remonta a 1992. Acá seleccionamos algunas de las coberturas de los últimos años:
En 2017, pleno gobierno macrista, no había tanto ánimo de celebrar. El año empezó con travestis muertas en la desidia del encierro de un penal de Florencio Varela y siguió con denuncias de demoras en la entrega de medicamentos e insumos para el tratamiento de vih. Una lesbiana fue detenida por besarse con su esposa y hacía un año que Higui estaba presa por defenderse de una violación correctiva: una patota de 10 varones la quiso violar por ser lesbiana.
Lo contaba Matías Máximo en esta nota: Orgullo 2017: marchamos con menos derechos que antes.
Dos años después, en 2019, en vísperas de la última marcha cuerpo a cuerpo, las cosas no sólo no mejoraron: empeoraron. #Orgullo2019 No vivimos de banderitas de colores
Sobre volver a encontrarse, después de dos años de pandemia y encierro, escribió Martín Paoltroni, que estuvo el fin de semana en la histórica marcha en Rosario, donde fueron más de 25 mil personas. El Orgullo volvió a las calles de Rosario: una fiesta de liberación
El Orgullo de nombrarse
A la histórica sigla que se utilizó para identificar a la diversidad sexual, se fueron agregando letras. ¿Cuántas formas de nombrarnos tenemos? ¿Cuántas más llegarán en el futuro? Un debate acerca de los desafíos de construirnos por fuera de la norma binaria y heterosexual. Todas las formas de nombrar el Orgullo
Naimid Cirelli empezó la transición a persona no binaria a los 30 años y en cuarentena. Antes de la pandemia se casó con D, el único testigo y la primera persona en saberlo. En 2021 le contó a su entorno y llegaron las preguntas: cómo, cuándo, por qué, con qué pronombre. En esta columna escribe sobre la construcción de una identidad y un amor en transición. El Nai: la caricia que siento cuando me nombran
En 2019, Ariel tenía 19 años y fue a su primer Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales y No Binaries. También fue la primera vez que personas no binaries de todo el país lograron organizar un taller, que terminó desbordado y desdoblado en dos. Aquí, en primera persona, Ariel nos cuenta sus impresiones. Diario de un encuentro no binarie
Arriba les que luchan
Después de las leyes de Identidad de Género y de Matrimonio Igualitario, acaso la iniciativa más importante sea el cupo laboral travesti trans, que se aprobó este año en el Congreso Nacional. Lleva el nombre de dos de sus impulsoras: Lohana Berkins y Diana Sacayán. Victoria Stéfano viajó 570 kilómetros para ser parte de la histórica aprobación. Lo hizo como activista y como periodista. Y escribió una crónica del viaje de ida y vuelta hacia la ampliación de derechos. La cobertura de mi vida: de Santa Fe al Congreso por el cupo laboral trans
Un mes después, Argentina se convirtió en el primer país de Latinoamérica en incluir en el DNI a las personas que no se identifican con los géneros hombre o mujer. Otro logro de las militancias feministas y LGBT+, que también recibió críticas por el uso de la “X”. No binaries y documentades
Una de esas críticas la escribió Saulo Dalmasso, activista no binarie en esta columna: DNI No Binario: resonancias entre el sueño feliz y la pesadilla
Todavía esperamos
¿Qué hace el Estado por las viejas trans? ¿Cómo jubilarse cuando casi ninguna tuvo empleo formal? Si las familias las echan de niñas y las amigas se mueren ¿con quién se quedan? Emiliana Cortona investigó y escribió sobre la vejez de las mujeres trans en Neuquén que superan el promedio de vida de 42 años, y ganó el Segundo Concurso de Crónica Patagónica de la Fundación de Periodismo Patagónico. Vejez trans: el derecho de una generación que nunca existió
Quienes sí tuvieron una reparación histórica fueron 19 travestis y trans que en 2019 fueron reconocidas por el gobierno de Santa Fe como presas políticas durante la última dictadura militar. El trámite las llevó a recordar su historia y hacer una obra de teatro con la cual recorrieron el país. Este año lanzaron el Archivo de Memoria Travesti Trans de la provincia. Reparación histórica para travestis y trans
Sabemos que las personas travestis y trans siguen teniendo una expectativa de vida muy corta: 40 años. ¿Cómo acceden al sistema de salud? ¿Quién las cura, las cuida, las asesora? El miedo y la vergüenza a exponerse a la violencia que ejerce el CIStema de salud es paralizante: Orgullo 2019: el brazo roto trans.
Hace casi ocho meses que Tehuel De La Torre, varón trans de 22 años que salió de su casa a una entrevista de trabajo y nunca más regresó. Este año, el activismo también se pregunta ¿Dónde está Tehuel? .