Por Lucía Levy*
La sensación es agridulce. Por un lado, me divierte ver las elecciones de algunas celebridades carismáticas, me deleito en los detalles de diseños hechos de manera artesanal y pensados especialmente para la ocasión, me sale el modo diabla y el placer culposo con ciertos personajes que no pienso nombrar, me interesa lo que ciertxs colegas tienen para decir al respecto. Esa sería la parte dulce, la edulcorada, la fácil. A quién no le gusta lo fácil.
El desafío es ponerle palabras a lo agrio de la #MetGala, un evento tan ostentoso que coquetea peligrosamente con la vulgaridad, prima hermana de la extrema frivolidad. De la misma manera que no le pedimos ni pediremos peras al olmo, no esperamos que un grupo de selectxs millonarixs quiera cambiar el mundo. A lxs poderosxs de siempre les conviene que las cosas sigan como están: por algo son ellxs lxs que manejan los hilos.
Pero sí, al menos, podemos esperar una pizca de autocrítica. ¿Podemos? Podemos esperar que al menos durante algunos minutos se aproveche la llegada masiva del evento en los medios globales para hablar de las consecuencias directas que la industria de la #moda genera. ¿Podemos?
Hoy se conoció un comunicado de cientos de trabajadorxs de Conde Nast – editorial que es una de las organizadoras de la gala – en donde exigían condiciones de trabajo dignas. “Hacer la Met Gala requiere horas extra de todo el equipo de Vogue. Sin embargo, el prestigio no es suficiente para cubrir el trabajo no remunerado”, dice una de las denuncias. Y sigue: “El personal debe mantenerse despierto hasta la madrugada para generar contenido. El agotamiento es frecuente en esta editorial y estas galas lo empeoran”. “Hay muchas manos invisibles que se aseguran de que no haya problemas. Son trabajadores independientes, asistentes y productores que no reciben atención ni reconocimiento”, otra más. “Hay trabajadores de Vogue que no reciben el sueldo que merecen”, ¿cuántas denuncias van?
¿A quién no le gusta lo dulce? El desafío es no tragarse lo agrio.
*Periodista de moda con perspectiva de género y fundadora de La Curva de la Moda. Este texto fue publicado originalmente por la autora en su cuenta de Instagram.
