La escena se repite por vez 126 en la última década y media: asesinaron a otro periodista en México por su trabajo en la cobertura de las violencias. Esta vez el nombre de Javier Valdez Cárdenas resuena para quienes seguían atentos el vínculo entre el narcotráfico, el Estado y el poder en Sinaloa, para quienes lo consideraban uno de los cronistas fundamentales del país. Este mediodía un hombre armado le disparó al menos doce veces desde un auto rojo y huyó. El cuerpo de Javier quedó tirado en el asfalto en el centro de Culiacán.

Mientras la policía y los peritos de la Procuraduría General de Justicia levantaban las pruebas en la calle Rivapalacio, entre Ramón F. Iturbe y Epitacio Osuna, de la Colonia Jorge Almada, el cuerpo fue trasladado al Servicio Médico Forense.

 Documental sobre reportear la violencia en México. Valdez es uno de los protagonistas

Valdez escribía para el semanario estatal Ríodoce -que había fundado 14 años atrás junto a colegas del periódico Noreste- y era corresponsal del diario La Jornada en Sinaloa desde hacía 18 años. Durante su carrera cubrió el narcotráfico y la violencia que ataca a México desde la declaración de la guerra contra las drogas.

A finales de 2016, Valdez presentó su último libro Narcoperiodismo, la prensa en medio del crimen y la denuncia. También escribió Huérfanos del Narco, Los Morros del Narco, Miss narco y Con una granada en la boca. En una entrevista con La Jornada en octubre contó: “No hablamos solo de narcotráfico, una de nuestras acechanzas más feroces. Hablamos también de cómo nos acecha el gobierno. De cómo vivimos en una redacción infiltrada por el narco, al lado de algún compañero en quien no puedes confiar porque quizá sea el que pasa informes al gobierno o los delincuentes”.

Javier Valdez 3

Nació en Culiacán de Rosales, Sinaloa, el 14 de abril de 1967. Estudió sociología en la Universidad Autónoma de Sinaloa. Comenzó en el periodismo en los años noventa en los noticieros de Canal 3 de Culiacán. En 1998 ganó el Premio Sinaloa de Periodismo por sus producciones en la sección cultural del noticiero. Desde entonces trabajó en el periódico Noroeste y se convirtió en corresponsal nacional de La Jornada. “Vivir en Sinaloa es una amenaza, y ser periodista es una amenaza adicional, aprendimos a vivir en tiempos en que las balas están volando a nuestro alrededor”, contó en una entrevista. 

En 2009 participó del Seminario – Taller Narcotráfico y violencia en las ciudades de América Latina: retos para un nuevo periodismo en el auditorio del museo Rufino Tamayo, en la ciudad de México. Allí, un grupo de periodistas, académicos y escritores analizaron los “retos para un nuevo periodismo” que representan el “narcotráfico y la violencia en las ciudades de América Latina”. (En esa conferencia organizada por la Fundación de Nuevo Periodismo Iberoamericano se formó Cosecha Roja).

rio-doceEn 2011 recibió el Premio Internacional a la Libertad de Prensa del CPJ. En ese momento publicamos en Cosecha Roja una entrevista que le hicieron en Animal Político. Así comenzaba: “Javier Valdez Cárdenas es un hombre-periodista solitario viviendo en medio de una guerra no convencional que ha elegido narrar. Ha requerido, y en ocasiones todavía le ayuda, terapia psicológica para enfrentar lo que ha vivido, escuchado y visto. Frente al riesgo que hoy significa ser reportero en la guerra del narco en México, insiste en relatar las horas en el infierno desde el hades mismo, porque para él evitarlo “sería hacerme pendejo”.

Publicó crónicas en las revistas Proceso, Gatopardo y Emeequis. Se especializó en los vínculos entre el crimen organizado, el gobierno y las empresas. Y, como escribieron en La Jornada, “se convirtió en un narrador necesario sobre el tema en su estado y otros del país”.

porqueEn una entrevista en la Revista R del diario Reforma dijo que le tenía más miedo al gobierno que al narco: “Si el narco tiene este poderío, es porque le gobierno lo ha permitido, o porque está sometido, porque no está o porque es cómplice”.

La corresponsal mexicana en Argentina, Cecilia González, lo despidió en su muro de Facebook: “Era un periodista icónico en el gremio. Maestro. Solidario. Generoso. Nunca nos vimos personalmente, diría Cortázar, pero no importaba. Desde Sinaloa, Javier me ayudó siempre que lo necesité para mis trabajos. Me pasaba datos, fuentes, me explicaba. No se hacía el héroe, él, que de verdad conoció y cubrió el narcotráfico con seriedad, con integridad, apoyando siempre a las víctimas desde su trabajo como periodista el semanario Río Doce, de Culiacán, y como corresponsal de La Jornada. Como autor de un montón de libros que son referencia obligada para todo aquel que intenta entender Sinaloa, el narcotráfico, nuestro país, la violencia.

Fragmento de un texto del periodista asesinado

Fragmento de un texto del periodista asesinado

Desde 2000 son 126 los periodistas asesinados en México, según los datos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH). También hay registrados 20 casos de desaparición de comunicadores desde 2005 y 51 atentados contra medios de comunicación. Desde 2005, 13 asesinatos tuvieron como víctimas a mujeres, como es el caso de Regina Martínez. La mayoría de los homicidios siguen impunes: según la V Visitaduría General de la CNDH, el 82 por ciento no tienen sentencia. Para las desapariciones y los atentados, la cifra de impunidad es el del 100 por ciento.

Foto de portada: Sin Embargo