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Clientes y empleados se tiraron al piso del comedor en la terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM). Los más jóvenes, corrieron y brincaron los mostradores de los locales de comida luego que un miembro de la Policía Federal (PF) le disparara en 3 ocasiones a uno de sus compañeros. Junto al agresor, otros dos uniformados asesinaron a un segundo policía y mientras huían le dispararon a un tercer agente federal, quien quedó gravemente herido junto al elevador que conduce al estacionamiento.

“Se oyeron como fuegos artificiales”, dice un empleado del AICM, mientras un grupo de poco más de 15 peritos de la PF y la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal examinaban los cuerpos de los policías muertos.

Versiones encontradas

La primera versión oficial de la PF, la ofrecida 2 horas después de la agresión y que señala que las víctimas “realizaban trabajos de investigación… para el aseguramiento de probables responsables vinculados con el delito de tráfico de drogas…. quienes al verse rodeados realizaron disparos con arma de fuego contra los… federales”, difiere con la que usuarios de la terminal aérea observaron minutos antes del ataque ocurrido a las 8:50 de la mañana del lunes.

Según testigos, quienes solicitaron anonimato por temor a represalias, agresores y víctimas desayunaron juntos en un restaurante del aeropuerto,localizado en el tercer piso de la terminal. Eran entre cuatro y seis policías federales, así como dos hombres vestidos de civiles, quienes luego de salir del negocio y caminar por el pasillo del área de comida del segundo piso -a menos de 10 metros donde la Secretaría de Desarrollo Social tiene un local-, discutieron entre ellos.

“Casi todos iban vestidos de azul. Uno de ellos estaba tirado en el suelo y estaba discutiendo con los otros policías. Después, sólo se escucharon tres balazos, los gritos de la gente y más balazos”.

Lo dicho por los testigos, no fue la única contradicción en la que incurrieron las autoridades.

En un segundo comunicado de prensa, emitido pasadas las 20 horas, la PF terminó por reconocer que los policías asesinados implementaron un “operativo para la captura en flagrancia de dos elementos de la Policía Federal, sujetos a investigación, adscritos al AICM… que presuntamente pertenecían a un red de funcionarios de diversas dependencias locales y federales… dedicadas al tráfico de drogas en esa terminal aérea”.

Esta última versión, la ofrecieron aún cuando horas antes el vocero de la corporación, José Ramón Salinas, había dicho, en entrevista radiofónica con Carlos Loret de Mola, que los policías muertos iban sobre dos supuestos traficantes de drogas que provenían de un vuelo internacional, a quienes se les había detectado que transportaban droga adherida al cuerpo.

Burlan a más de mil policías y guardias

A decir de los usuarios y empleados del AICM, fueron por lo menos 15 los disparos que se escucharon en el área de comida. Los primeros tres, acabaron con la vida del policía que estaba en el piso. El resto de los disparos sirvieron para asesinar al segundo uniformado y herir a un tercero.

Tras los asesinatos, los agresores huyeron por el estacionamiento sin ser detectados por los poco más de mil policías federales, auxiliares y guardias de seguridad privada que vigilan la terminal aérea número 2. De acuerdo con funcionarios del AICM, son decenas de cámaras de vigilancia y alrededor de 3 mil agentes de seguridad, de corporaciones públicas y privadas, los que vigilan los dos aeropuertos.

Los primeros en acordonar la zona del crimen fueron los policías auxiliares. Cuando llegaron al área de comida, además de toparse con más de 100 usuarios y trabajadores en pánico, encontraron los cuerpos sin vida de dos agentes federales y el de un tercero gravemente herido, el cual fue traslado a un hospital 20 minutos después de ocurrida la agresión. Finalmente, el policía murió cuando recibía atención médica.

“Se tardaron mucho para llevárselo al hospital”, comentaron dos trabajadores del área de comida del AICM, quienes coincidieron que durante el tiempo que el policía sobreviviente estuvo tendido en el piso, perdió “mucha sangre”.

Catean con un marro cuatro casas de cambio

Mientras peritos levantaban los cuerpos de los policías muertos, un grupo de 20 policías federales catearon cuatro casas de cambio ubicadas en la terminal 2 del AICM y dos más en la terminal 1.

La primera exploración se dio poco antes de las 13 horas, cuando los policías federales, sin la orden de un juez y portando un marro, trataron de ingresar a la fuerza al establecimiento de divisas PRODIRA de la planta baja de la terminal 2, donde finalmente una empleada les dio acceso.

El cateo se repitió en otras cinco casas de cambio de la misma compañía de divisas, donde los policías federales, sin la presencia de un Ministerio Público Federal -según pudo constatar Animal Político-, ingresaron al resto de los locales y comenzaron a revisar las operaciones financieras de ese día.

En la entrevista con Loret de Mola, el vocero de la corporación, José Ramón Salinas, dijo que los cateos a las casas de cambio nada tenían que ver con el asesinato de los tres policías, pues se trataba de operativos ordenados por un Ministerio Público adscrito a la Procuraduría General de la República (PGR), aun cuando los policías que encabezaron los cateos eran los mismos que por espacio de cuatro horas resguardaron la escena del crimen de tres de sus compañeros.

Foto: Cuartooscuro