Micaela Villa. La Razón.-

En lo que va de este año fueron desarticuladas seis organizaciones de cogoteros en El Alto y una en La Paz. El grupo liderado por Julio Valdez, alias El Cumbayo, está acusado de haber asesinado a 69 personas entre 2011 y 2012.

El capitán Wilson Miranda, jefe de la División Propiedades de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), informó que en la sede de gobierno estos antisociales operan en la autopista La Paz-El Alto, avenidas Las Américas (Villa Fátima) y Buenos Aires, además de la calle Bautista en inmediaciones de la plaza Garita de Lima y el Cementerio.

La autopista fue escenario en uno de los últimos casos. El sábado 12 de mayo, cogoteros operaban en un minibús que fue abordado por el periodista de La Razón Eugenio Aduviri, quien fue estrangulado, aparentemente con una chalina, y luego botado a la altura de la última pasarela en el carril de subida de esa vía.

“El radio de acción es donde existen bares, y por la Garita de Lima hay varios. Después de cometer el delito se dirigen en sus vehículos por la Vita o avenida Perú y botan a sus víctimas por el Bosquecillo de Pura Pura. En el caso de Villa Fátima, los dejan en inmediaciones del Barrio Gráfico, son vías de mayor incidencia, además de la autopista”, precisó.

En el caso de El Alto, la Policía refiere que los cogoteros utilizan las avenidas Cochabamba (que conecta las zonas de San Luis, Jaime Mendoza, Chijini Marka y otras), Litoral, Bolivia (zona de Villa Adela y adyacentes), Julio César Valdez y la avenida Juan Pablo II (camino que une la Ceja con el barrio de Río Seco).

Oswaldo Fuentes, jefe de la División Homicidios de la FELCC de El Alto, explicó que los delincuentes utilizan las rutas descritas porque tienen poco o nulo transito de peatones en la madrugada (entre 04.00 y 05.00) o a la medianoche, pero además porque por allí circulan algunos vehículos que les permite camuflar su actividad.

“Eligieron la autopista porque es una vía donde alzan pasajeros y están entre el tráfico vehicular”, señaló el capitán Miranda, mientras que el director de la FELCC, coronel Jorge Toro, sostuvo que las “rutas de los cogoteros son aisladas y con poca transitabilidad”.

Cuando se trata de un minibús, por lo general los delincuentes (entre tres y siete) hacen que la víctima suba y se ubique en la segunda fila de asientos del área destinada a pasajeros, mientras que los delincuentes están sentados en la última y penúltima fila.

“Se vio que no usan letreros, la gente se confía del grito el voceador”, señaló Toro. Utilizan chalinas, cuerdas o un cinturón para estrangular a la víctima, mientras los cómplices lo golpean, muchas veces hasta matarlo. Según Fuentes, “también operan con mujeres para generar más confianza. Tienen entre 20 y 30 años de edad”; incluso se conoce que participan menores de edad.

En el caso de los taxis, los choferes recogen a un pasajero y, luego de avanzar unas cuadras, paran de golpe y dos sujetos suben al vehículo y someten y estrangulan a la víctima. El mayor Walter Sosa, jefe de la División Homicidios de la FELCC de La Paz, reveló que uno de los anzuelos es ofrecer una tarifa baja, por ejemplo, en el caso de los minibuses de Bs 1. “Matan para apropiarse de un celular, una chamarra, una manta, un sombrero”, lamentó el jefe policial.

En la autopista hay servicio público de transporte las 24 horas. Según reportes policiales, en los casos en que se halló a las víctimas sin vida, éstas fueron recogidas a la altura de la Pérez Velasco y de la avenida Montes.

 

Este tipo de delito surge en 2004

Según registros, los cogoteros operan desde 2004, en taxis y minibuses, tanto en La Paz como en El Alto, informó el jefe de la División Homicidios de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de El Alto, mayor de Policía Oswaldo Fuentes. “Hace unos ocho años, cuando aún era investigador en la ciudad de La Paz, apareció esta forma de delinquir. En ese tiempo, se registraron 19 muertes de personas”.

Con un modus operandi similar al de ahora, los delincuentes operaban en carros que aparentaban ser del servicio público. Las víctimas subían en la plaza Pérez Velasco o en el Obelisco. Fuentes señaló que en ese tiempo, los afectados eran echados en calles de la zona de Achachicala, y en la autopista La Paz-El Alto, como sucedió con dos últimos casos registrados por la Policía, incluida el del periodista de La Razón, Eugenio Aduviri.

“Una o dos personas estaban dentro del vehículo y cerca de la Universidad Salesiana o la planta eléctrica de la autopista la acogotaban, luego se desviaban e ingresaban hacia Achachicala para dejarla en vía pública”. También botaban los cuerpos sin vida en el Bosquecillo de Pura Pura o la Ciudadela Ferroviaria. En estas organizaciones de malhechores, existe mujeres y hasta menores.

Algunos casos de hechos delictivos

Operaban en provincias: 28 de noviembre de 2008

La Policía desarticuló una banda de cogoteros y auteros que operaba en provincias. Tres hombres y dos mujeres eran parte del grupo que en su último golpe mató a chofer y se llevó su camión.

Objetos para ahorcar: 6 de junio de 2010

Efraín Mamani Quispe, alias El Muerto, fue identificado como cabecilla de un grupo de cogoteros que operaba en El Alto. Usaban chalinas, cuerdas de plástico (nylon) y cinturones para el ilícito.

3 muertos en 7 días: Diciembre de 2011

En sólo una semana de diciembre de 2011 fueron hallados los cuerpos de tres personas asesinadas por cogoteros. Un joven de 25 años, otro de entre 25 a 30, y una mujer de 76.

Más de 60 asesinatos: 15 de febrero de 2012

La FELCC alteña mostró a los medios de comunicación a la banda de cogoteros liderada por Julio Valdez, alias El Cumbayo, acusada de haber cometido 69 asesinatos entre 2011 y 2012.

Hermanos asesinados: 25 de febrero de 2012

Los hermanos y periodistas Verónica y Víctor Hugo Peñasco fueron víctimas de cogoteros. La Policía desbarató a la banda delictiva responsable de los asesinatos.

El caso de Aduviri: 12 de mayo de 2012

Eugenio Aduviri, periodista de La Razón, fue estrangulado dentro de un minibús. Están detenidas seis personas acusadas del hecho y de otros casos, entre ellos con muerte

Policía sugiere más control a sindicatos

Los sindicatos de transporte público deben ejercer un mayor control sobre sus asociados para evitar que en sus filas se incrusten bandas de cogoteros y cometan delitos al interior de los taxis o minibuses del servicio público, demandó el mayor Oswaldo Fuentes, jefe de la División Homicidios de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de El Alto.

René Vargas, ejecutivo de la Federación de Choferes de La Paz, señaló que los conductores que cometen esos delitos no forman parte de los sindicatos porque comienzan a trabajar clandestinamente en horas de la noche. “La Policía debería hacer el control nocturno, los delincuentes no son sindicalizados”, respondió el dirigente.  Los denominados cogoteros operan en vehículos que simulan ser del servicio público, tanto en La Paz como en El Alto.

El control también deben ejercer los propietarios de los vehículos porque son los responsables de contratar a los choferes, sostuvo Fuentes. “Se debe ejercer mayor control por parte de los sindicatos pues se vio que trabajan informalmente y en el caso de los cogoteros, el chofer también es delincuente”. La Policía tiene conocimiento de que choferes contratados por propietarios de minibuses “prestan” el motorizado a delincuentes a cambio de una compensación económica.

“No quisiera equivocarme, pero con el debido respeto, al parecer lo único que les interesaría a los propietarios de los motorizados es la renta, sin saber qué hacen los choferes que contratan”, cuestionó el mayor. En lo que va de este año, la fuerza anticrimen de La Paz desarticuló seis organizaciones de cogoteros en El Alto y una en la ciudad de La Paz.

Recomendaciones de la Policía

-Hacer lo posible para caminar y subir a un vehículo de servicio público al menos entre dos personas en horas de la madrugada y la medianoche, porque en esas horas operan los denominados cogoteros.

-El mayor Oswaldo Fuentes, de la fuerza anticrimen de El Alto, aconseja evitar andar en estado de ebriedad en los horarios de riesgo porque se convierten en potenciales víctimas de cualquier antisocial.

-Recomienda a las personas que aborden un vehículo de servicio público, anotar la placa del motorizado y comunicarlo vía teléfono a un familiar. Hacerlo de tal forma que el resto de los pasajeros lo escuche, para disuadir a los antisociales.

-Los vecinos no deben ser indiferentes al problema, en caso de que vean el delito deben anotar la placa del motorizado para que la Policía pueda ubicarlo. Si observan un vehículo sospechoso deben llamar a Radio Patrullas 110.

-Si asiste a un evento social, lo recomendable es que retorne a su hogar lo más temprano posible.

Infografía: La Razón