El jueves pasado fue desbaratada una banda narco liderada por un barrabrava de Boca Juniors. Ayer, dos policías –un subcomisario y un sargento de la bonaerense- fueron detenidos acusados de brindarles “protección”.

Tres días después de la detención de Carlos Mauricio “Mauri” Fernández, miembro de la barrabrava de Boca y líder de una banda que operaba en el conurbano, fueron detenidos dos policías de la Bonaerense: el subcomisario Rodolfo Rodríguez y el sargento Walter Ojeda. Están acusados de brindar “cobertura” a la banda narco.

A partir de las escuchas telefónicas se pudo saber que los policías tenían vínculos con uno de los miembros de la banda, al que usaban como “informante”. Según explicaron fuentes judiciales a un diario porteño, Rodríguez y Ojeda armaban operativos con el objetivos de “sacar de circulación” a otras organizaciones de narcos.

La detención de Mauri formó parte de un megaoperativo en el que se hicieron 35 allanamientos y se incautaron 2 kilos de cocaína, 8 de marihuana, 170 mil dólares, 43 mil pesos, 5 vehículos de alta gama y 14 armas de fuego: pistolas, escopetas y un fusil. Según explicó el ministro de Seguridad de la provincia, Ricardo Casal, Mauri vivía en una zona “de gran poder adquisitivo” y se manejaba en autos de alta gama.

Junto con el jefe fueron detenidas unas 20 personas, entre ellas el segundo de le organización, Nelson “Titi” Santillán. La banda, cuyo centro de operaciones estaba en un barrio privado de Pilar, está acusada de distribuir drogas en escala mayorista y manejar más de 20 puntos de venta en el conurbano bonaerense.