Caso Jara

Cosecha Roja.-

Ailén y Marina Jara se enfrentan por primera vez a un pedido de prisión de entre 5 a 3 años. Están detenidas hace dos años por una causa caratulada como tentativa de homicidio, pero las hermanas aseguran que fue en legítima defensa. Alegan que quisieron defenderse de un vecino, Juan Antonio Leguizamón Avalos, un hombre de 35 años que las habría acosado. Desde el lunes 18 de marzo se lleva a cabo el juicio oral y público en los Tribunales de Mercedes. Hoy llegó el turno de los alegatos. La fiscalía pidió 5 años y 6 meses en el caso de que el Tribunal decida que es tentativa de homicidio, o 3 años y 6 meses por lesiones graves. Los abogados de las hermanas Jara solicitaron su absolución. La sentencia del Tribunal Oral Nº 2 se conocerá el 9 de abril al mediodía.

Esta mañana en Mercedes se escuchó al último testigo y luego comenzaron los alegatos de la fiscalía y la defensa. Antes del testimonio, el abogado defensor, Isidro Encina, denunció una supuesta amenaza de la esposa de Leguizamón a testigos aportados por las acusadas.

En la primera audiencia ante el Tribunal, Leguizamón negó haber atacado a las hermanas. Por el contrario, las acusó de dispararle con un arma y luego herirlo con un cuchillo. En sus alegatos, el fiscal de juicio, Guillermo Altube, siguió esa línea. “La fiscalía concluye que no se cruzaron de casualidad sino que ellas fueron a buscar a Leguizamón dos veces ese día”, dijo. Luego, Altube argumentó: “Las imputadas no han explicado cómo se encontraron con él ese día ni por qué tenían un arma”.

La postura de la fiscalía refuerza la situación de víctima del hombre de 35 años. “Carece de sentido que las chicas hayan desarmado, apuñalado y golpeado a Leguizamón, que siempre tuvo una actitud defensiva”, dijo el fiscal esta mañana.

Los abogados defensores de las hermanas Jara, Isidro Encina y Eduardo Soares, consideraron demostrada la legítima defensa y solicitaron su absolución. “Pedimos la absolución o, de ver los jueces alguna responsabilidad de las hermanas Jara, la pena mínima y la morigeración de ésta”, expuso Soares en los alegatos.

Además, la defensa cuestionó la actuación de la fiscalía. “Lo esencial es que la investigación tuvo desidia. Las chicas se estaban defendiendo y eso está probado, lo que pasa es que la fiscalía no lo tuvo en cuenta. El informe decía que Leguizamón había muerto. Así se dictó la preventiva”, aseguró Encina.

Otra de las críticas de los abogados defensores apunta a la exclusión de la perspectiva de género en el caso. La Corte Suprema de Justicia de la Nación creó la Oficina de la Mujer en 2009, mediante acordada número 13, que incorpora la perspectiva de género en la planificación institucional y la actuación judicial.  Pero en el juicio a las hermanas Jara esta visión no fue incorporada. Eduardo Soares dijo en el alegato: “La agresión a las chicas por parte de Leguizamón fue previa, constante e incesante. Eso es violencia de género. Sin embargo nunca se investigó el acoso. El juicio estuvo plagado de actitudes sexistas”.

En esa misma línea, Norma Chiaparrone de la Asociación Argentina de Mujeres de Carreras Jurídicas, dijo a Cosecha Roja: “La fiscalía está evaluando la conducta de las chicas. No se introdujo nunca la perspectiva de género en este caso. Tampoco se está cuestionando la conducta del opresor”. Esta abogada presentó un recurso como “amiga del Tribunal” (Amicus Curiae) en el que le pidió al Tribunal la libertad y absolución de Marina y Ailén Jara por el delito que se les imputa.

Durante las tres jornadas del juicio pasaron por el estrado doce testigos aportados tanto por la defensa como por Leguizamón. Los testimonios de las personas del barrio Sanguinetti de la localidad de Moreno que facilitaron los abogados de Ailén y Marina Jara coincidieron en señalar a Leguizamón como una persona violenta. Los vecinos que se presentaron ante el Tribunal lo vincularon al narcotráfico.

Organizaciones de derechos humanos y agrupaciones feministas acompañaron a las hermanas Jara en los Tribunales de Mercedes. En la sala estuvieron presentes dos madres de Plaza de Mayo. “Llevamos el cuchillo a la Policía para demostrar nuestra inocencia. Esperamos que todo se resuelva. Gracias”, dijo Ailén Jara antes de que termine la audiencia.

Caso Jara

El caso

Ailén y Marina Jara son dos jóvenes del barrio Sanguinetti de la localidad bonaerense de Moreno. Antes de estar detenidas iban a la escuela secundaria y trabajaban para ayudar a su mamá. Aylén era manicura y tenía una clientela fija que iba a su casa a pintarse las uñas y arreglarse las manos. Marina limpiaba la casa de una familia y estudiaba peluquería.

El 19 de febrero de 2011 volvían de bailar cuando se cruzaron con un vecino, Juan Antonio Leguizamón Avalos. Lo conocían porque era el hermano de una de sus mejores amigas. El hombre había salido de prisión hacía poco. Estaba detenido por robo agravado en banda, portación de arma de guerra y privación ilegítima de la libertad. Según las hermanas el hombre las hostigaba, sobre todo a Ailén. Había intentado en varias oportunidades entablar una relación sentimental con ellas. Pero ellas se habían opuesto. Durante su declaración en el marco del juicio el hombre sostuvo que él mantenía relaciones sexuales con ambas. Además, Leguizamón precisó que la noche del ataque ellas lo quisieron matar porque él había hecho trascender en el barrio que había intimado con las dos.

De acuerdo con el relato de las jóvenes, Leguizamón estaba armado. Cuando se acercó a Ailén, la habría amedrentado con un disparo al aire. Después de eso Marina sacó un cuchillo de su cartera y se lo clavó en la espalda. A partir de ahí forcejearon y entre las dos le quitaron el arma. Rápidamente lograron escaparse.

Horas más tarde policías de la Comisaría 5ta de Paso del Rey llegaron a la casa de las Jara. Según el relato de las acusadas, ellas entregaron el cuchillo y se ofrecieron voluntariamente a ir a la comisaría a declarar. Creían que volverían rápido porque ellas se habían defendido. En la comisaría les tomaron declaración y les abrieron una causa por tentativa de homicidio. Ailén y Marina Jara quedaron detenidas en el penal de Los Hornos de La Plata. El juicio tardó dos años en realizarse. Mientras tanto ellas esperaron presas preventivamente. Ahora se enfrentan a un pedido de prisión. Los jueces Fernando Bustos Berrondo, Graciela Larroque y Marcos Barski, darán a conocer la sentencia el próximo 9 de abril al mediodía.