Cosecha Roja.-

Jonathan Soraire se había comprado el caballo el año pasado. Lo hizo con la promesa de dejar de robar y trabajar juntando cartones y chatarra por las calles de La Matanza. Tenía20 años. Siempre decía que no iba a llegar a la mayoría de edad. Un hermano suyo estaba preso y algunos amigos enterrados en el cementerio de Villegas. Juntar cartones le duró poco. Desde hacía unos meses había salido a robar subido al caballo, que a diferencia de lo que montaban  los grandes bandidos, ni siquiera tenía nombre. Robaba celulares, carteras y se iba con el botín a Puerta de Hierro  para cambiarlo por pasta base. Por ese caballo, una novia que tenía lo había dejado. Le daba vergüenza que la pasara a buscar arriba del animal.

En González Catán la tracción a sangre es un medio de transporte más. Al principio nadie se sorprendía de ver al chico arriba de su caballo. Pero después de cometer algunos robos, en el barrio la gente ya lo había identificado como al jinete amigo de lo ajeno.

El miércoles a la noche Jonathan montó al animal y salió a buscar personas de “descuido” cerca del centro de González Catán. Primero se encontró con una mujer. Le sacó el celular, 30 pesos y las zapatillas que llevaba puestas. Siguió al galope unas cuadras más y les robó los celulares a tres chicas que bajaban de un colectivo. Ni siquiera tuvo que sacar el revólver calibre 32 que llevaba consigo. Alcanzó con tirarles el cabalo encima.

Con el  botín en los bolsillos de la campera, continuó el camino al trote. A la altura de Juan B. Justo al 7200, vio a una pareja que estaba por entrar a su casa. Jonathan creyó que podía robarles sin problema, sacó el arma y les apuntó. –“Dame la billetera”,  gritó. Su víctima, Evaristo González, era un policía de civil de 56 años. Le disparó dos tiros. El caballo de Jonathan salió corriendo del susto. A lo largo de dos cuadras el cuerpo del joven ladrón cabalgó sobre el animal desangrándose, hasta que cayó y rodó en la calle. Los vecinos miraban desde la vereda.

El ladrón fue trasladado al Hospital Paroissien. Según la policía, llegó sin vida.El hecho es investigado por el fiscal Carlos Arribas, de la Unidad Funcionalde Instrucción (UFI) de Homicidios del Departamento Judicial La Matanza, que caratuló el caso como “tentativa de robo y homicidio”.

Por el momento, el fiscal tomó declaración a varios testigos que presenciaron la secuencia de hechos delictivos protagonizadas por Jonathan Soraire. Aún no se dispuso ninguna  medida restrictiva contra el suboficial González que disparó contra el chico.