Cosecha Roja.-

La nota de tapa publicada el domingo por el diario Clarín reabrió la polémica sobre las cifras de la inseguridad: en apenas 300 días, decía la portada del diario, hubo 122 muertos en ocasión de robo en Capital y el conurbano. ¿Es Buenos Aires una ciudad tan peligrosa como la plantean los medios?

Sobre un total de 16.603.341 habítantes de Capital y Gran Buenos Aires, la cifra da un promedio de 0.89 muertos en ocasión de robo por año cada cien mil habitantes.  Las cifras más altas están en el partido de La Matanza, con 1,7 millones de habitantes: en lo que va del año, allí hubo 16 muertos en asaltos violentos. Le sigue Lomas de Zamora, con 8, y Quilmes, con 7. En el caso de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, las cifras son un tanto más bajas: en los 300 días del año, hubo 10 muertos.

El informe presentado por el Instituto de Investigaciones dela Corte Suprema de Justicia de la Nación sobre homicidios dolosos consumados coloca a Buenos Aires como una de las ciudades latinoamericanas con las tasas más bajas de homicidios. El trabajo, elaborado en base a todos los expedientes judiciales del año 2010, estableció que la tasa de homicidios fue de 5,81 cada 100 mil habitantes. De ese total, un 28% por ciento fueron cometidos durante un robo. El 65% del total de muertes se concentró en las comunas del sur, donde vive menos de la tercera parte de la población de Buenos Aires.

San Pedro Sula, en Honduras, es conocida como “la capital mundial del crimen”. Con un promedio de 86 muertos por cada 100 mil habitantes es la ciudad con más homicidios en todo el planeta. La capital de Venezuela, Caracas, tiene un índice de 48 muertos. Río de Janeiro, 26,2. Bogotá, 23,6. Nueva York, 8,5. Todas estas cifras están muy por encima de Buenos Aires.

Gatillo fácil

En la nota dominical de Clarín se presenta a cada una de las víctimas de la inseguridad. En la lista se incluye al futbolista Leandro Bugatto y al empresario Juan Carlos Caggiano, asesinados por balas policiales. El primero recibió un tiro en la espalda el 6 de mayo a la madrugada, en el barrio El Gaucho, de Burzaco. En un principio se dijo que había muerto en un enfrentamiento entre ladrones y policías. Los peritos demostraron que la única arma disparada fue la del agente de la policía bonaerense Damián Benítez, que estaba de civil.

El 9 de octubre, Caggiano llegaba a su casa de la localidad de Gerli en su Audi TT con su mujer y su hijo. Dos hombres armados lo amenazaron y lo obligaron a subir a su propio auto. En Wilde se cruzaron con un patrullero y se inició una persecución que terminó en Villa Domínico. Los policías abrieron fuego, aún sabiendo que había un rehén en el auto. En el tiroteo murieron Caggiano y un delincuente. Para la justicia, la bala que mató al empresario fue disparada por el chofer del patrullero.