Por Ángel Ortuño – NAR.-

 

Las personas que usan bastones o muletas necesitan los brazos,

las reglas de etiqueta,

pero las personas que muestran efectos visibles de medicamentos saben

cómo ser una reina perfecta a pesar de su aspecto

y de tus muecas.

 

El sonido del golpe

cuando los muebles caen en esta casa

no se explica.

Ni ese olor que atenaza las mandíbulas adentro del armario.

 

No son sábanas limpias. Son fantasmas.