Carbón blanco - télam

Cosecha Roja.-

“Los bienes están a nombre de mi familia, mi sangre”. Así aclaró Carlos Salvatore por qué las 50 empresas que la justicia investigó por lavado de dinero estaban dirigidas por la esposa, la hija, el yerno y el suegro del abogado imputado por narcotráfico. Mañana, cuando comience en Chaco el juicio en el que se lo acusa de traficar 1300 kilos de clorhidrato de cocaína a Europa, el capo narco estará frente a la pantalla: lo verá por video conferencia desde la cárcel de Ezeiza.

Salvatore era el jefe de una banda que escondía cocaína en bolsas de carbón. Bajo el nombre de “Carbón Vegetal del Litoral S.R.L”, la empresa mandaba la droga desde el puerto de Barranqueras en Chaco hasta Barcelona. Patricio Gorosito recibía el cargamento y le rendía cuentas al jefe. Héctor Roberto llevaba la plata de Buenos Aires hasta Chaco. Juan Carlos Pérez Parga era el gerente de producción de la empresa y Rubén Esquivel, el encargado de la planta chaqueña de Quitilipi. Todos ellos están imputados y deberán declarar ante el Tribunal Oral Federal de Resistencia.

La tonelada de cocaína que la banda contrabandeó se cotiza en 8 millones de euros. ¿Qué hicieron con la plata que ganaron? Para los investigadores, todo el patrimonio de Salvatore proviene del narcotráfico. Por eso de esta causa se desprendió otra investigación por una asociación ilícita destinada al lavado de dinero a la que fuentes judiciales llamaron “Carbón Blanco 2”.

Los imputados en la segunda investigación, además de Salvatore, son Silvia Valles, Carla Salvatore, el yerno Esteban Croitoru, el suegro Santiago Valles Ferrer, el inversor Ricardo Gazán Zaba y el asesor Mariano Castellucci. El abogado de origen italiana tenía inversiones en la industria inmobiliaria y del cine, empresas constructoras, autos de lujos y campos. Él está procesado como jefe de una asociación ilícita y la familia y los colaboradores están imputados como parte de esa asociación que lava activos del narcotráfico.

***

– Yo me voy a ocupar de la defensa de todos. Esto es mi responsabilidad, yo los saco y después la mato a ella. Pago por este homicidio. Que no me afloje ninguno. Te amo vida.

Salvatore estaba detenido en su casa de Melián al 2100, en el barrio porteño de Belgrano, cuando recibió el llamado de su esposa desde la cárcel. Lograron hablar después de que la policía la detuvo junto a la hija de ambos, el suegro y el yerno. En el audio difundido por el diario La Nación, el capo se arriesga a la amenaza a pesar de que sabe que tiene los teléfonos pinchados. Se refiere a la jueza Zunilda Niremperger, a cargo de la etapa de instrucción de la causa.

Carbón Blanco es una investigación compleja en la que intervinieron la justicia de Chaco, la Procunar (Procuraduría de Nacrocriminalidad), Procelac (Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos), la UIF (Unidad de Investigaciones Financieras), la Policía de Seguridad Aeroportuaria y las autoridades españolas y portuguesas.

En la segunda parte buscaron detectar la asociación ilícita de lavado de activos proveniente del narcotráfico. Los investigadores intervinieron los teléfonos e hicieron tareas de inteligencia y descubrieron que Salvatore tenía más de 50 empresas a través de las cuales hacía operaciones de circulación, administración, venta, transferencia de bienes muebles e inmuebles y acciones societarias con fondos de procedencia ilícita. Los directivos eran sus parientes y el dinero lo invertían en la industria del cine, automóviles de lujo, casas, campos, muebles, inmuebles, construcción.

En marzo de este año allanaron 39 domicilios en Buenos Aires, Mercedes, Campana, Mar del Plata, Santa Fe, Arroyo Seco, Santiago del Estero: viviendas, estudios jurídicos, contables y notariales que participaban en el armado de las empresas. Detuvieron a seis personas – incluido Salvatore que tenía régimen de prisión domiciliaria y ahora espera el juicio en Ezeiza- y embargaron bienes por 1600 millones de pesos. Según dijeron a Cosecha Roja fuentes judiciales, es la causa más grande por lavado de dinero que investigaron.

Salvatore vivía como un capo narco. Tenía una mansión de tres pisos con ascensor, gimnasio, obras de arte y relojes de oro. Además era el dueño de varias propiedades en Estados Unidos. La justicia argentina estuvo en contacto con fiscales federales de Florida y Washington que también sospechaban por lavado de dinero.

Durante la indagatoria por la segunda etapa de la causa Carbón Blanco, Salvatore pidió disculpas por las amenazas a la jueza e intentó explicar que su patrimonio había crecido gracias a sus honorarios como abogado defensor de narcos desde 2005.

Cuando le tocó declarar, la esposa de Salvatore se desligó del negocio de su marido. Dijo que ella “remisereaba”, que era sólo una ama de casa al cuidado de los hijos. Pero la justicia la detuvo en febrero en Estados Unidos con un poder para administrar las propiedades. “Sospechamos que él la empoderó para que se deshaga de los bienes a pocos meses del juicio”, dijo a Cosecha Roja una fuente judicial del caso.

***

“Carbón Vegetal del Litoral S.R.L” era la empresa exportadora, el negocio fachada que camuflaba la cocaína que escondían dentro los bolsones. Los investigadores creen que la ruta de la droga y el dinero iba del puerto chaqueño de Barranqueras al de Lisboa, en Portugal. La cabeza de la banda era Salvatore, que armaba toda la operación entre Argentina y Europa: se ocupaba del asesoramiento, de conseguir la documentación falsa y de cobrar la plata.

La droga salía de Chaco hacia el destino final, Barcelona. A fines de 2011, cometieron un error: olvidaron 14 kilos de cocaína en uno de los containers. Así empezó la investigación judicial. En un procedimiento del 8 de marzo de 2012, las policías de España y Portugal secuestraron 400 kilos con el logo de Carbón Vegetal. Según decía, habían sido envasados en Quitilipi. En ese momento los investigadores comprendieron la ruta.

La jueza chaqueña Zunilda Niremperger ordenó allanar dos contenedores de 20 toneladas cada uno que habían salido de la localidad y un perro de la policía detectó droga en uno de ellos: cuando los abrieron encontraron que 77 de las mil bolsas tenían cocaína. El otro container ya estaba en medio del mar y hubo que esperar a que llegara a Lisboa. Allí descubrieron que tenía casi 158 kilos de droga.

La Justicia dio con Gorosito y Parga que operaban en España. Los acusaron de contrabando calificado de estupefacientes, los detuvieron y condenaron en Portugal. Con las declaraciones de ellos dos, los investigadores lograron llegar a Salvatore. Desde mañana los imputados serán juzgados por tráfico de cocaína a Europa.

Foto: Télam

[Nota publicada el 09/6/2015]