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Infojus-.
A última hora de ayer, la Policía Federal allanó dos obras en construcción de la calle Soler al 5500 y revisó las cámaras de seguridad de las casas de esa misma cuadra. La División Criminalística de Policía Federal y dos patrulleros de la misma fuerza llegaron allí luedo de las declaraciones de un taxista.
El conductor de un taxi afirmó ante el juez que investiga la causa, que llevó al portero, Jorge Mangeri, a ese lugar. Según informó la agencia Télam, el taxista precisó que la noche del lunes en el que desapareció Ángeles Rawson hizo un recorrido de cinco cuadras con Mangeri y que lo notó nervioso.
Los peritos de la Unidad de Identificación por ADN del Cuerpo Médico Forense, que depende de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, informaron al juez Javier Ríos que debajo de las uñas de Ángeles Rawson se detectó ADN de Jorge Mangeri, el portero del edificio donde vivía la joven. El hallazgo del perfil genético, precisaron fuentes con acceso a la causa a la agencia Télam, fue a partir del cotejo entre el único ADN masculino que fue recogido de la uña del dedo índice de la mano derecha de Ángeles y el perfil genético indubitable de Mangeri.

El resultado complica aún más la situación procesal del único detenido en la causa: en principio, podría significar que la víctima se defendió de un ataque del portero, y coincide con las heridas que tenía en su cuerpo y que Mangeri había atribuido a apremios durante la detención policial. Un dictamen del médico policial Alfredo Sapag, concluyó que algunas heridas eran compatibles con lesiones de defensa de Ángeles, y otras eran autoinflingidas por el propio Manngeri para disimularlas.

Pablo Lanusse, el abogado del padre de  Ángeles, dijo que el hallazgo de ADN coloca al acusado en una situación “por demás delicada”, ya que demuestra que tuvo un contacto “exclusivo” con la víctima. El letrado, ex fiscal e interventor de la provincia de Santiago del Estero, se presentó esta tarde junto al padre la chica asesinada en los tribunales porteños para entrevistarse con el juez.

“Habitualmente, en este tipo de investigaciones, el hallazgo de ADN del agresor debajo de una uña coloca a esa persona en un cuadro muy crítico, de agresión directa porque son típicas secuelas de actos concretos de defensa”, explicó.  Añadió que “frente a una agresión o un intento de ahorcamiento, la víctima habitualmente se defiende con sus manos y debajo de sus uñas puede quedar resto de material genético y en este caso así ha sido y ha permitido con un grado contundente de certeza identificar ese ADN”.

Tras conocer los resultados de estos peritajes, Marcelo Biondi, uno de los defensores del único detenido en la causa, reconoció que es “una prueba incriminatoria”, aunque sembró algunas dudas. Aclaró que pedirá que los peritos del estudio jurídico verifiquen la forma en que se hizo la pericia, para descartar la posibilidad de que se haya “plantado el ADN”. Biondi es uno de los abogados del estudio de Miguel Ángel Pierri.

El abogado de Mangeri dijo que en una de las cuerdas que tenía el cadáver de Ángeles –en los pies-, habían sido hallados dos perfiles genéticos masculinos. El abogado aclaró a Télam que el resultado de esas pericias se conocerán a lo largo de esta semana. Y determinarían a quién pertenecen los perfiles, junto con el de algunos pelos y muestras colectadas en el auto de Mangeri y el sótano del edificio de Ravignani 2360.