Encontraron en Ushuaia  a Franco Pozas, miembro de la patota neonazi que protagonizó varios ataques  en Mar del Plata. Ya suman seis los detenidos.

kabe - neonazi detenido

La justicia lo encontró en Ushuaia, trabajando en un barco pesquero. Su nombre es Franco Pozas, pero todos lo conocen como “Kabe”. Tiene tatuada el águila imperial -unos de los símbolos nazis- en el pecho, y aparece en varios videos junto a Carlos Pampillón, acusado de ser el líder de la patota neonazi que cometió varios ataques en Mar del Plata.

Los investigadores lo buscaban en el marco de la causa que lleva adelante la Justicia Federal por “una serie de hechos violentos vinculados a supuestos de discriminación e imposición de una ideología”.  Entre los detenidos están el referente de la agrupación Bandera Negra, Alan Olea, yerno de Carlos Pampillón. Los otros dos, Gonzalo Paniagua y Nicolás Caputo, cayeron mientras caminaban juntos por la calle.

Para investigar los ataques y un posible rebrote de neonazismo, la procuradora general de la Nación Alejandra Gils Carbó creó un equipo de fiscales para intervenir en las causas “vinculadas con actos de discriminación contemplados por la ley N°23592 o con las conductas previstas en el artículo 213 bis del Código Penal”.

Desde entonces, las dos fiscalías investigan  las golpizas a un joven gay en diciembre, a dos militantes del Colectivo Antifascista en octubre y el ataque a las participantes del Encuentro Nacional de Mujeres, entre otros ataques neonazis.

Carlos Pampillón, señalado como el líder del grupo, está a punto de ser juzgado por dañar el monumento  “Memoria Verdad Justicia” ubicado en la Base Naval en la noche del 7 de septiembre del 2011 junto a otros miembros del Foro Nacional Patriótico (Fonapa). El ataque fue una respuesta a la decisión del Concejo Deliberante de retirar el cuadro del ex capitán Pedro Giachino, un marino fallecido en la Guerra de Malvinas que estaba acusado de cometer delitos de lesa humanidad.

Durante la toma del Colegio Nacional de Buenos Aires, en septiembre de 2013, un grupo de hombres y jóvenes con banderas y palos aparecieron en las escalinatas para amenazar a los estudiantes por lo destrozos de la iglesia provocados la semana anterior. Entre ellos estaban Pampillón y Franco Pozas, el nuevo detenido.