mamáCesarMonsalvezCosecha Roja.-

La exhumación del cuerpo de César Monsalvez tardó pero llegó. El adolescente de 13 años desapareció durante 54 días en Trelew, lo encontraron muerto el 9 de julio de 2013. La familia denunció que en la autopsia no le tomaron las muestras correctamente y espera el nuevo peritaje que hará el Equipo Argentino de Antropología Forense el lunes. “No estamos 100% seguros de que el cuerpo sea de César”, dijo a Cosecha Roja Lucas Krmpotic de la Comisión contra la impunidad y la violencia en Chubut.

La primera autopsia la hizo Diego Rodríguez Jacobs, el mismo médico legista que dijo que a Julián Antillanca no lo había matado la policía sino que había muerto de un “coma etílico”. “Nosotros desde el principio planteamos que se tenía que hacer una nueva autopsia en el caso Monsalvez”, contó Krmpotic.

César desapareció pocos días antes del inicio del juicio por la muerte de su tío Bruno Rodríguez Monsalvez, testigo clave en el caso por abusos y torturas a Maxi Almonacid. Lo apuñalaron en la calle en marzo de 2012.

El adolescente vivía con la mamá y con la abuela Marta. La última vez que lo vieron fue el 27 de mayo de 2013. Salió de su casa a las 10 de la mañana para ir a ver a la tía, en el barrio Inta pero no llegó a destino ni volvió. Un mes y medio después un cuerpo sin brazos ni costillas apareció en los terrenos del Aeroclub de Trelew. Tenía el carnet de transporte y la ropa de César. La Justicia y el perito Jacobs dijeron que era del adolescente, la familia todavía no está segura.

El camino de la familia Monsalvez para denunciar la desaparición forzada fue largo y torpe. A las 48 horas de la desaparición presentó un habeas corpus que fue rechazado por la jueza Ana Laura Servant. Durante esos meses la causa estuvo caratulada como “averiguación de paradero”. Con el hallazgo del cuerpo, la mamá presentó una denuncia ante el juez federal Hugo Sastre por la desaparición forzada de su hijo. Cintia Monsalvez acusó a la jueza Servant, al fiscal general Fabián Moyano -el que le entregó el cuerpo en cajón cerrado y con una etiqueta de NN- y a todos los funcionarios que investigaron la desaparición.

Sastre y la Cámara Federal de Apelaciones de Comodoro Rivadavia desestimaron la denuncia. La Cámara Nacional de Casación Penal les dio la razón: la calificación pasó a “desaparición forzada” y apartó los jueces y fiscales involucrados en la causa. “La querella acusa a los funcionarios judiciales. Para que pueda llevarse esa desaparición, hubo una negligencia muy grave”, dijo Krmpotic.

Foto: La Jornada