El País.-

El caso de Carlos Efrén Álvarez Rosas, el ciudadano mexicano que murió el pasado viernes en Cali luego de que dos de las ocho cápsulas con cocaína líquida que llevaba en su estómago se le estallaran, dejó en evidencia la estrategia del narcotráfico de usar extranjeros para sacar droga del país.

El hombre, de 39 años, no alcanzó a atender la orden de la Policía de pasar por el escáner del Aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón de Palmira porque se desmayó. Luego fue trasladado al Hospital Universitario del Valle (HUV), en Cali, donde falleció. Su cuerpo fue repatriado esta semana a México.

En lo corrido del año se han presentado ya cuatro casos en el Valle del Cauca de personas que se jugaron la vida como ‘mulas’, entre ellas tres extranjeros: el mexicano y dos hombres más de nacionalidad española.

Asimismo, en el 2012 la Policía Valle detuvo en el aeropuerto a 20 personas por este delito, seis de ellas extranjeras: dos venezolanos, un español, un norteamericano, un británico y un portugués.

El coronel Mariano Botero Coy, comandante de la Policía Valle, explicó que los narcotraficantes, en ocasiones, se aprovechan de la mala situación que pueda estar pasando un ciudadano extranjero para ofrecerle sacar la droga del país, así como también se puede presentar que las personas actúen bajo amenazas.

Un investigador de Antinarcóticos de la Policía dijo que las personas detenidas por lo general coinciden en algo: en que aceptaron transportar la droga a otros países debido a la situación económica en la que se encontraban y a las deudas que tenían. A los extranjeros les pueden pagar por un solo viaje cumplido entre cinco y diez millones de pesos, si se hace el cambio a moneda colombiana.

“El afán por salir de esa situación termina involucrando a las personas con grupos del narcotráfico de nivel internacional, que las amenazan con atentar contra ellos y sus familiares de no cumplir con los objetivos”, aseguró el investigador.

Por su parte, Mario Valencia, experto en políticas de seguridad, afirmó que los narcos utilizan a los extranjeros como ‘mulas’ porque creen que pueden pasar desapercibidos por los puestos de control de la Policía y la seguridad de los aeropuertos del país, que pueden llegar a ser muy débiles al momento de controlar esta modalidad de delito”.

Valencia afirmó que los encargados de coordinar a las ‘mulas’ piensan que si un extranjero que lleve droga pasa los controles en Colombia, luego será más fácil pasar los registros en los aeropuertos de otro país, ya que las autoridades internacionales están más pendientes, por ejemplo, de que no se cometan acciones terroristas en sus países.

Para el experto una cosa sí es clara: “los integrantes de las mafias son personas que tienen experiencia en el transporte de droga. Mientras en el aeropuerto de Palmira en un día pueden detener a una ‘mula’, al mismo tiempo dos o tres pueden estar burlando la seguridad de las autoridades. Así ha sucedido años atrás”.

Las modalidades

Según las autoridades, el caso del mexicano es el primer registro del año en el Valle de una persona con cocaína líquida en su interior.

Uno de los perfiladores de Antinarcóticos del aeropuerto (encargado de detectar a las personas que llevan droga) explicó que “esa cocaína líquida es el mismo alcaloide disuelto, es decir, la mezclan con sustancias como la acetona para camuflarla. Es muy difícil de detectar, imperceptible para el olfato de los perros y además puede causarle un daño al animal, pues los solventes emanan gases nocivos”.

Entre tanto, otras de las modalidades de transporte de droga, explica la Policía, se presenta cuando el alcaloide es adherido en prendas de vestir o en recipientes; cuando es introducido en los genitales o encaletado en maletas de doble fondo.

Precisamente, la Policía detuvo la semana pasada a un español que llevaba en su maleta 8.869 gramos de cocaína.