loco barreraEl Espectador.-

En desarrollo de un operativo contra la estructura ilegal al mando de Daniel Barerra Barrera, más conocido como ‘El Loco’, fueron capturados por la Policía ocho de sus sicarios, que también hacen parte de la alianza con la disidencia del ‘Erpac’ al mando de alias ‘Pijarbey’.

La operación orientada a desmantelar el nuevo brazo criminal creado por el temido narcotraficante, se desarrolló en la ciudad de Bogotá y Villavicencio, donde las autoridades se se incautaron de 2 pistolas, 139 cartuchos de munición, 13 teléfonos celulares, 2 tarjetas tipo sim card, 4 computadores portátiles y 2 de escritorio, así como 5 memorias USB, sin contar abundante documentación de soporte sobre movimientos financieros y otras actividades de la estructura delincuencial.

“Esta estructura se encargaba además del envío de estupefacientes y el blanqueo de capitales a través de la constitución de empresas fachada y el reclutamiento de cuentas bancarias para la circulación de dineros ‘calientes’”, señaló el director de la Policía, general José Roberto León Riaño.

Durante el procedimiento de registro, allanamiento y captura, una mujer identificada con el alias de ‘Marbel’, al verse sorprendida por los uniformados, decidió tragarse una agenda telefónica donde de acuerdo con algunos testimonios recopilados, había datos puntuales sobre ‘El Loco’ Barrera y su anillo más inmediato.

“Los comandos especializados de la Policía Nacional estuvieron a un paso de precisar el paradero de Barrera”, agregó el alto oficial.

La investigación, iniciada en mayo de 2011 (cuando fue localizado y destruido un gigantesco laboratorio en Puerto Gaitán-Meta), permitió la identificación plena de esta organización, la cual había creado nexos ya estrechos e importantes, con los carteles de Sinaloa, Tijuana y Los Zetas en México, para la comercialización de clorhidrato de cocaína a gran escala, valiéndose además del aterrizaje y despegue de aeronaves en Haití, Honduras y República Dominicana, así como del uso de lanchas tipo Go Fast hacia los mismos destinos para el tránsito inicial de la droga, no sin antes pasar en muchas ocasiones por territorio venezolano.