Patagónico. 

Un hombre de 38 años, identificado como Fabián Héctor Rogel, resultó asesinado en la madrugada de ayer y luego descuartizado. Las distintas partes de su cuerpo fueron halladas en tres puntos distintos dentro de un radio de 100 metros, sobre el límite de los barrios Moure e Isidro Quiroga.

Alrededor de las 7:30, en una calle del Macizo 8 del barrio Isidro Quiroga, al pie del Cerro Solo, primero fue hallado un antebrazo izquierdo. No presentaba sangrado en la zona del corte por lo que la doctora Ponce Cejas, quien trabajó en el lugar con la policía, presumía que había sido seccionado de un cadáver y no de una persona viva. Además, se le tomaron las huellas dactilares en procura de su identificación.

Luego, el segundo jefe de la Seccional Quinta, Pablo Naya, dispuso un rastrillaje en el sector. Los perros de la División Canes buscaron sobre la ladera del cerro y los alrededores, pero sólo hallaron el cráneo de un perro además de restos de ropa.
Así sobre el mediodía no había más indicios para relacionarlos con la aparición del antebrazo. Sin embargo, luego de que el jefe de Unidad Regional de Policía, Luis Buttazzi, brindara una conferencia de prensa por ese hallazgo, a las 13 se encontró una cabeza en el patio de una casa, a dos cuadras de donde se descubrió el antebrazo.

Lo halló una pareja de adolescentes que le avisó a policía. Tras el alerta, personas del barrio Moure se acercaron y reconocieron a la víctima, a quien identificaron como “el Mono”. Rápidamente llegó el mensaje a la familia de Rogel en la extensión del barrio 30 de Octubre. Entonces, su ex pareja, Ana Ampuero, y su hija se dirigieron al lugar temiendo lo peor.
La cabeza de Rogel permanecía en el patio de la casa de la familia Chacón y la podían ver todos los que transitaban por la ladera del cerro que limita los barrios Moure y Quiroga a la altura de Cabo Valdéz y La Plata.
La cúpula policial se hizo presente en el lugar junto a la Policía Científica, la Brigada de Investigaciones y personal del Ministerio Público Fiscal.

OCULTO EN BOLSAS
El resto del cuerpo de la víctima fue hallado sobre las 13:30 en la ladera del cerro por el agente Gonzalo Errea, a unos cincuenta metros del antebrazo y de la cabeza. Estaba repartido en cuatro bolsas de consorcio.
Mientras todos centraban su atención en el hallazgo de la cabeza, el agente Errea rastrillaba el cerro y le llamó la atención una bolsa de basura húmeda, la abrió y se encontró con los restos.

QUERIA SU TELEVISOR
Rogel tenía cuatro hijos y trabajaba en una chatarrería. Todo lo que ganaba era para ellos, a quienes les iba a dejar la plata que obtenía. Vivía en Lecumberry 1.690 del barrio Moure.
“Trabajaba para sus hijos”, le contó a Diario Patagónico Valeria, una conocida de la víctima quien señaló que en la noche del lunes lo vio tomando, pero que era una persona que no solía tener problemas con los demás.
La mujer también contó que Rogel le había pedido a sus conocidos que le hicieran “el aguante” para ir a recuperar un televisor viejo que le habían robado tiempo atrás. “El no tenía nada, si cuando traía su tele le reventaban el candado y se lo robaban, no lo dejaban tranquilo”, señaló Valeria.
Mientras, Ana Ampuero sostuvo que su ex pareja no tenía antecedentes. “A pesar de que era borracho, era bueno”, aseguró.
En tanto Sergio, un joven del barrio Moure, ratificó lo que antes mencionó Valeria, que Rogel había logrado identificar el lugar donde estaba el televisor que le habían robado. “Nos había venido a pedir ayuda para ir a recuperar su televisor. Era un borrachito que se escabiaba, pero no se mandaba ninguna”, afirmó el joven que presume que lo mataron quienes tenían su TV.
Con el asesinato de Rogel, este año ya se han registrado 30 homicidios en Comodoro Rivadavia.