Creyeron que su niñera era descartable: ahora tendrán que pagar

Cuando empezó la cuarentena dejaron de atenderle el teléfono y pagarle el sueldo. La justicia falló a su favor y sentó precedente para trabajadorxs domésticxs: ordenó que la reincorporen y le paguen lo adeudado.

Creyeron que su niñera era descartable: ahora tendrán que pagar

Por Matias Máximo
05/08/2020

La nena de tres años salía del jardín e iba a la casa, donde estaba hasta 12 horas con Carla, su niñera. El vínculo empezó en febrero de este año y creció rápido: pasaban las horas mirando a Rapunzel, hacían juegos, le cocinaba, le cortaba las uñas y todo lo que su mamá y papá no podían por sus largas cargas horarias -ella es médica y él analista de sistemas-. La confianza de los padres con Carla era total, tanto que empezaron a pedirle que se quedara también algunos fines de semana para irse de fiesta.

Cuando empezó la primera cuarentena el vínculo seguía por videollamadas a la casa en Belgrano: “Todos los días me conectaba con la nena para hablarle, mostrarle los videos que a ella le gustan y seguir con los juegos didácticos”, dice a Cosecha Roja Carla, que tiene 31 y es profesora en educación inicial, aunque hace dos años decidió dejar las aulas para dedicarse a cuidados personalizados.

Cuando pasaron los primeros quince días de cuarentena, el Gobierno anunció que se alargaba otros quince y ahí el tono cambió. Al principio no le contestaban ni un mensaje. Después, cuando empezó a llamarlos porque se preocupó, no la atendían: “Como ella es médica pensaba que quizá la estaban pasando mal. También necesitaba que me paguen el sueldo de abril y que normalicen la situación con todas las horas extras”, dice.

Carla

Carla vive sola, cría un hijo de 7 y alquila un depto en Villa Devoto. El trabajo de niñera era el único que tenía para costear todo. “Me quedé en pelotas”, resume. Cuando el padre de la nena por fin le respondió un mensaje, incluyó la foto de un telegrama:

-¿No te llegó la notificación? Dejá de molestar porque estás despedida, ya cumpliste tu periodo de prueba.

Cuando vio el tono con el que el papá de la nena estaba encarando la conversación, se puso en campaña y consiguió un abogado. Ahí descubrió que lo que le decían no tenía sustento por dos razones: “Las empleadas domésticas tienen un periodo de prueba de 15 días y ella hacía mucho más que estaba trabajando. Por otro lado, está el decreto que prohíbe los despidos en cuarentena”, explica Francisco Soriano, su representante legal.

Presentaron un amparo y Carla ganó: el viernes pasado la Sala VIII de la Cámara Nacional de Apelaciones dictaminó la competencia de la Justicia Laboral. ¿Qué ordena el fallo del Juzgado Nacional del Trabajo N° 78? Su reincorporación, el pago de salarios caídos desde el momento del despido y una multa de $500 diarios en caso de incumplimiento.


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Lxs trabajadorxs domésticxs tienen un régimen legal y judicial diferenciados que acumula muchos obstáculos, ya que a veces las causas caen en Juzgados Laborales que no entienden lo doméstico como un trabajo formal y lo mandan a otro fuero.

En este caso ambas resoluciones sientan un precedente. “En primer lugar porque se trata de la primera trabajadora doméstica reincorporada durante la cuarentena y en segundo por la decisión de que la justicia ordinaria del trabajo debe intervenir en este tipo de casos y no el Tribunal de Trabajo para el Personal de Casas Particulares”, dice Soriano.

Carla sigue sin cobrar, ya que la familia que la descartó tiene cinco días para apelar. Y ve difícil retomar el trabajo en esa casa. ¿Quién volvería a un lugar donde la maltrataron tanto? De todas maneras, la respuesta judicial la alegró: “Que entiendan lo injusto de mi situación me levantó el ánimo porque quizá sirva para que otras tengan un caso que citar”, dice. Mientras, vive con la ayuda de sus familiares, que todos los meses hacen una vaquita para darle una mano.

Matias Máximo