Lucía Pérez tenía 16 años cuando dos varones la violaron y la empalaron en Mar del Plata. Poco menos de dos meses después, otro hombre golpeó y empaló a Irma Ferreyra Rocha en Misiones. Hoy apareció una nueva víctima de la crueldad machista en Mendoza: una mujer de 48 años quedó en coma. El marido la golpeó hasta que ella no pudo reaccionar y cuando quedó tirada en el piso, la empaló.

La mujer de 48 años está internada en el Hospital Central de Guaymallén, provincia de Mendoza. Todo ocurrió el domingo, mientras todavía se festejaba la Navidad en la casa 23 de la manzana 21, en el barrio Lihué. El hombre abrió la puerta del baño, vio a su mujer con otro hombre y comenzó el ataque. Cuando el resto de la numerosa familia se dio cuenta de lo que ocurría, ya era tarde. Lo único que atinó a hacer es a meter a la mujer en un auto y llevarla al hospital.

“A los machos femicidas no les basta con matar: tienen que destrozar los cuerpos, hasta el alma. Es muy tremendo que la respuesta a la salida de las mujeres a la calle sea mayor crueldad. Este es el tercer suceso de esa naturaleza, de los que conocemos. Primero Lucía Pérez, luego la mujer de Misiones y ahora este caso, en Mendoza”, dijo a Cosecha Roja la periodista Mariana Carbajal, autora del libro “Maltratadas. Violencia de género en las relaciones de pareja”.

Mientras la mujer se encuentra en terapia intensiva en coma farmacológico, el fiscal Juan Carlos Alessandra espera que los peritos forenses se expidan para imputar al agresor por el delito de violencia de género. Hasta el momento está prófugo.

Además, el hombre que estaba con ella en el baño cuando fue descubierta por su esposo deberá presentarse en la Oficina Fiscal Nro 9, donde quedó radicada la denuncia penal, para saber si hubo participación en el empalamiento que sufrió la mujer.

“Hay una pedagogía de la crueldad, se trata de un mensaje disciplinador. Lo que ocurrió estos días en Santa Fe con el cuádruple crimen habla de una mujer que fue a pedir ayuda y se le dice “no sólo vas a morir vos sino tus seres queridos”. Los femicidas actúan articulados y la única respuesta es más feminismo, mayor conciencia de igualdad”, explicó Carbajal, integrante del colectivo #NiUnaMenos.