chapo 2Cosecha Roja.-

El Chapo Guzmán, el narcotraficante preso desde el 22 de febrero, reconoció haber asesinado entre dos mil y tres mil personas, desmintió haber matado al cardenal Jesús Posadas y negó tener mil millones de dólares, dato que calificó como “una leyenda de Forbes”.

Ayer, dos magistrados de los Juzgados Tercero y Quinto en Materia de Procesos Penales Federales en el Estado de México, le dictaron prisión formal por “delito de delincuencia organizada con el propósito de cometer delitos contra la salud”. El Secretario de la Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, rechazó que se le haya ofrecido el “trato de testigo protegido” a cambio de información y desde la Procuraduría General de la Nación aseguraron que aún no se piensa en la extradición.

Mientras tanto, el cartel de Sinaloa sigue online en las redes sociales. El usuario de “Mini Lic” (Dámaso López), ahijado y posible sucesor de El Chapo, no paró de compartir imágenes de Guzmán con frases que rápidamente se viralizaron. “Dale like si apoyás al Cártel de Sinaloa”, tuvo más de cuatro mil likes y más de cuatrocientos compartidos. Otras, rezaban: “Aún estando encerrado, soy el dueño de México”; “Cuando somos buenos, nadie nos recuerda y cuando somos malos, nadie nos olvida”; “Si me atrapan o me matan, nada cambia”. Mini Lic siempre ha sido activo en las redes sociales: se despierta, se pone dos armas en las piernas, se saca una selfie y comenta: “¡Bien pilas!”. A eso le sigue una catarata de seiscientos likes y posteos de mujeres: “¡Shulada de hombre!”. Cuando compartió la nota de un diario en la que se lo nombraba sucesor, recibió todo tipo de apoyo, desde “eres un cabrón bien curtido que se ha ganado el respeto de toda la plebe” hasta “¿a quién hay que matar?”.

Los supuestos hijos de Guzmán, ni bien se conoció la noticia de su detención, escribieron en Twitter prometiendo venganza: “Me van a pagar con creces esos perros que le pusieron una mano encima a mi padre”, puso Iván. Alfredo habló de su padre como un hombre “honrado y generoso”. Ambos, coincidieron, estaban a la espera de órdenes. Y llegaron porque se eliminaron todos los tweets y, hoy, los últimos posteos que pueden verse son de noviembre.

Guzmán, detenido en una operación conjunta entre México y Estados Unidos, era uno de los capos narcos más buscados del planeta. Desde que se fugó de la prisión federal en el estado de Jalisco, logró esconderse 13 años y evadir la justicia con tecnología de punta. Su imperio traspasó las barreras mexicanas y se convirtió en un grupo empresario internacional. Conquistó las tierras de Pablo Escobar, tuvo sucursales y franquicias en el resto de Sudamérica y logró blanquear más de 800 millones de dólares en uno de los principales bancos del mundo, el HSBC.

Su rol como jefe del cártel de Sinaloa era controlar la logística, dar protección. Contaba con una red de complicidades y disponía las condiciones para el tráfico de drogas. Así hacía sus negocios en Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Argentina, lo mismo que Escobar pero a gran escala. Construyó una organización que funciona más allá de su figura.

“A mí me gusta lo difícil porque lo fácil lo hace cualquiera”, fue el último tweet de @ElChap0Guzman, la cuenta que, se presume, era del capo del cártel de Sinaloa. La especialidad de la organización son las redes: las reales y las virtuales.