efedrina-2Cosecha Roja-. El 7 de agosto de 2008, Sebastián Forza (34), Damián Ferrón (37) y Leopoldo Bina (35) fueron convocados al Walmart de Sarandí. Iban, se presume, a una reunión vinculada con la venta ilegal de efedrina.

Los hermanos Cristian (38) y Martín Lanatta (39) y Víctor (31) y Marcelo Schillaci (32), estaban esperándolos.

Se cree que, desde el supermercado, los tres hombres fueron llevados hasta la casa de Cristian Lanatta, en Quilmes. Fueron asesinados a balazos de espalda por dos tiradores, uno de ellos disparando con la pistola de Forza, y sus cuerpos fueron guardados en algún freezer. Los encontraron seis días después, el 13 de agosto, con signos de haber estado maniatados por la espalda con precintos.

Para el tribunal 2 de Mercedes, el móvil de los homicidios fue que las víctimas querían entrar al negocio del tráfico de efedrina y esto ponía en riesgo el negocio de Martín Lanatta y, principalmente, su socio Pérez Corradi, considerado el autor intelectual del triple crimen y actualmente prófugo de la Justicia.

“Los homicidios tuvieron por finalidad desplazar definitivamente a quienes se perfilaban, cada vez con más fuerza y mejor organización como competidores en el negocio ilegal de la efedrina”, consideraron los jueces Víctor Violini y Ricardo Borinski.

Como los tres habían formado una sociedad, “la solución definitiva del problema exigía la exterminación de todos los socios”, señaló el fallo, en el que se destacó que el autor intelectual fue Pérez Corradi, que designó a Martín Lanatta para convocar a los cómplices y  ejecutar el plan, por su manejo de las armas de fuego.

El Tribunal de Casación Penal bonaerense dejó firmes las penas a prisión perpetua para los cuatro condenados por el triple crimen, por ser coautores del delito de “privación ilegal de la libertad agravada en concurso real con homicidio agravado por ensañamiento, alevosía y por la participación de más de dos personas”.

Las dos parejas de hermanos habían sido condenados en diciembre del año pasado por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de Mercedes. Fuentes judiciales explicaron que el fallo fue firmado por la sala III del máximo tribunal penal de la provincia y confirmó las penas para los hermanos Martín y Cristian Lanatta y los hermanos Víctor y Marcelo Schillaci.

Con las firmas de los camaristas Borinski y Violini, la sala III no hizo lugar a los recursos que habían presentado los defensores de los cuatro condenados, y de esta forma quedó firme la sentencia de diciembre del 2012.

En el mismo fallo, los jueces le pidieron a la Justicia de Garantías de Mercedes que reitere la orden de captura nacional e internacional del prófugo Ibar Esteban Pérez Corradi, considerado autor intelectual de los crímenes.

Algunos indicios que valoraron los jueces son que Martín Lanatta se comunicó con Forza hasta muy poco antes de la desaparición de la víctima en la zona de Quilmes y luego los celulares tanto de víctimas como de imputados se activaron y desactivaron en Quilmes y General Rodríguez.

Por ejemplo, las víctimas estuvieron casi una hora en la antena que abarca la zona de Nicolás Videla 321, casa de Cristian Lanatta entre las 13.02 horas y las 13.54 horas.

En tanto, los móviles de algunos de los acusados reaparecen en escena en la zona de Galicia y Terrada de la Capital Federal, donde encontraron incendiada la camioneta Gran Vitara de Ferrón.

Casación valoró también a un testigo al que Martín Lanatta le confesó los crímenes y otro que escuchó que los Schillaci se jactaban de haberlos cometido y de haber cobrado 200 mil pesos por ello.

El fiscal Juan Ignacio Bidone pidió que algún organismo del Estado ofrezca una recompensa por el único prófugo de la causa. Pérez Corradi (36) está prófugo desde el 20 de marzo de 2012 y en el año y ocho meses que lleva en la clandestinidad se hicieron varios allanamientos en distintas localidades del conurbano y el interior del país y hasta se siguió una pista que indicaba que estaba en Paraguay, pero nada dio resultado.

El empresario incluso figura con “red note” (nota roja) en la página web de Interpol (www.interpol.int), como uno de los prófugos más buscados.