juezViennaCosecha Roja.-

Juan Carlos Vienna es el juez santafesino que investiga la banda Los Monos desde el asesinato de Martín “Fantasma” Paz, en 2012. Este año procesó a 36 personas -10 eran policías-  por asociación ilícita y tenencia de armas de fuego. Desde entonces comenzó a recibir amenazas: hubo llamados, papelitos debajo de la puerta y escuchas en las que un narco y a un policía presos planean asesinarlo. Después difundieron fotos en las que se lo ve en Estados Unidos con el padre del “Fantasma” y lo denunciaron por extorsión: pasó de héroe que desbarata el narcotráfico en Rosario a villano.

A principios de 2014 se conocieron dos planillas de la Dirección Nacional de Migraciones que demostraban que el padre del Fantasma y el juez habían viajado en la misma fecha, dos veces, a Estados Unidos. En septiembre circularon imágenes que lo comprobaban: ambos miraban, uno al lado del otro, la pelea de box del “Chino” Maidana en San Antonio. El juez rosarino primero quiso defenderse: “Es trucha, parece estar trucada”. Más tarde en un programa de televisión admitió que la imagen era real, pero dijo no haber visto al hombre esa noche. Después pidió que lo aparten de la causa por considerar que estaba sufriendo “violencia moral”. En octubre la jueza Alejandra Rodenas se lo negó porque consideró que no estaban claros los motivos.

Sergio Blanche es uno de los policías detenidos. El 18 de septiembre a las 10 de la mañana el imputado se reunió con Vienna, sin los defensores presentes. Llevó un reloj cámara, filmó la charla, lo llevó a la Fiscalía Regional y lo denunció por “extorsión”. Durante el encuentro, el ex oficial preguntó por qué su situación procesal era distinta a la de la mayoría, que estaban libres. “Eso es por tu abogado, no sabe hacer bien las cosas”, respondió. “La participación del juez de instrucción en la investigación es parte de una operación político-judicial-mediática del gobierno de Santa Fe”, dijo a Cosecha Roja Enrique Font, titular de la Cátedra de Criminología de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).

Para Font arruinaron la investigación. “La narcocriminalidad no se puede reconstruir con pruebas pasadas”, explicó. Por eso el narcotráfico se investiga con policía disfrazada, teléfonos intervenidos, fotos de los transas, allanamientos sorpresivos, secuestro de precursores químicos, secreto de sumario, imágenes de operaciones. Pero Vienna omitió mencionar cualquier expresión vinculada al tráfico de estupefacientes con tal de no tener que pasar la causa a la justicia federal. “El encuadre jurídico es muy forzado e inadecuado para la realidad de la banda, pero está en sintonía con el discurso del gobierno provincial: comunicar que están enfrentando a las organizaciones narco”, explicó el criminólogo.

La causa que terminó con 36 imputados recién avanzó cuando Vienna ordenó 15 allanamientos en La Granda y Las Flores, territorio de Los Monos, el 31 de mayo de 2013, cinco días después del asesinato del “Pájaro” Cantero. Participaron 150 policías y gendarmes. Secuestraron autos de alta gama, armas, drogas y detuvieron a seis personas.

En las escuchas grabadas en marzo César Treves -preso en la cárcel de Coronado por el homicidio del joven Gustavo Serra- le decía a Germán Almirón -policía acusado de facilitar la fuga de un sicario de Los Monos- que la justicia lo había traicionado: “me dijeron que si pasaba información sobre Los Monos me iban a largar y me mintieron”. Y acto seguido pide la dirección del juez y agregaba: “Meditá y mañana a la noche me decís si nos comemos el arroz con salchicha (en referencia a Vienna)”.

El domingo el diario Clarín entrevistó al juez. “Realmente no entiendo la jugada, son condescendientes y las referencias a las acusaciones que lo involucran en posibles delitos son livianitas”, escribió Font en Facebook. “Clarín sale a bancarlo en el modo ‘superhéroe amenazado’ inaugurado por algunos medios rosarinos. Por supuesto que manipulando la realidad. Por ejemplo, dice que ‘terminó encarcelando a 36 de sus integrantes, incluidos 13 miembros de fuerzas de seguridad’. La realidad es que son pocos los que siguen presos, varios los que ya están desvinculados de la causa, otros tantos los que no llegarán a juicio y es dudoso que todos los que lleguen a juicio sean condenados por la pésima investigación del propio Vienna y un encuadre jurídico patético para zafar de la violación reiterada de la competencia federal”. Y concluye: “Por motivos que desconozco es una lavada de cara a Vienna”.

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La causa que lleva adelante el juez comenzó el 8 de septiembre de 2012. Esa tarde el Fantasma iba con su mujer y su hija en una cupé BMW blanca por la calle Entre Ríos, en Rosario. A su lado paró una moto negra, el conductor sacó una 9 milímetros y le disparó entre 5 y 10 tiros hacia el auto. Ninguno lo mató. Entonces el sicario bajó de la moto, avanzó, se puso de frente y disparó tres veces más. Ahí sí: Paz murió. La hipótesis era que lo habían mandado a matar los Cantero, la familia que lidera la organización Los Monos.

Entre ese asesinato y el del Pájaro Cantero en mayo del año siguiente la causa estuvo quieta. Pero la provincia estaba agitada. Según un avance de investigación de la Cátedra de Criminología de la UNR, desde la detención del Jefe de la Policía de la Provincia (Hugo Tognoli) en octubre de 2012, empezó una “desfederalización de hecho” en la investigación. Es decir se hicieron operativos, allanamientos y secuestros de sustancias psicoactivas pero en causas judiciales provinciales. “No es una práctica novedosa sino un ‘truco del oficio’ policial. Lo que lo vuelve novedoso es que son avalados y aprovechados mediáticamente por el poder político”, escribieron. “El gobierno provincial aprovechó los procedimientos como parte de una política de ‘guerra al narcotráfico’ para lo cual montó una importante esquema comunicacional”, agregaron.

En febrero Cristian Romero pasó a ser el Jefe de la División Judiciales y quedó a cargo de la investigación de la banda criminal Los Monos. Cometieron, según Font, una “saga de delitos”: hicieron un allanamiento sin orden horas después del asesinato Luis Medina (líder de una de las bandas narco más importantes de Rosario), recibieron dinero de uno de los prófugos de la megacausa y amenazaron periodistas de policiales. Y se metieron en los barrios, empezaron a cobrar por no denunciar y le pasaban información a Vienna cuando alguien no pagaba. Según Font eso provocó un reordenamiento territorial que desembocó en el asesinato del Pájaro Cantero, en mayo de 2013. “La banda de Los Monos era la más conocida, más violenta y popular”, explicó. “Desacomodaron todo y el reacomodamiento del negocio fue muy poco profesional: nuestra hipótesis es que buena parte de los homicidios con sello narco tuvieron que ver con esto”, agregó.

El domingo 26 de mayo Claudio Ariel “El pájaro” Cantero salió del bar Infinit Nigth, en Villa Gobernador Gálvez. Se alejó unos pasos porque quería hacer pis. Alguien, desde una camioneta, le disparó diez veces. Más tarde asesinaron al dueño del boliche (Diego Omar Demarre) de modo similar: un auto blanco se puso al lado y disparó. Al día siguiente mataron a dos integrantes más de Los Monos: Nahuel César y Marcelo Alomar.

FOTO: Telam