estrangulada - minutouno

Cosecha Roja.-

Efraín llegó a la casa en Flores a las ocho y media de la noche. Dejó el auto en el estacionamiento, subió al tercer piso y entró al departamento “D”, donde alquilaba con su pareja Emilia Acosta. Le llamó la atención que la tele del living y del cuarto estuvieran prendidas. Apagó la del comedor y fue directo a la habitación: en el suelo encontró a su novia muerta. Tenía las manos atadas con el cable de un cargador de celular, la cabeza inflamada por los golpes y el cuello presionado por un pañuelo que le daba varias vueltas. El crimen fue el martes 3 de marzo y siete días después detuvieron a la tía de la joven, Esther Acosta: quedó escrachada en las cámaras de seguridad del edificio en un horario que coincide con el de la muerte. Hoy la jueza María Gabriela Lanz procesó con prisión preventiva a Acosta, acusada de ahorcar y robar a la sobrina.

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Lo primero que hizo Efraín fue desatar las manos de su novia. Después corrió a la cocina, agarró un cuchillo Tramontina del cajón y volvió para cortar el pañuelo y liberarle el cuello. Trató de reanimarla pero no hubo respuesta. Le tocó timbre a Patricia -la vecina del “C”- y le contó lo que acababa de ver. Ella fue la que llamó al encargado y al 911. Según contó Efraín del departamento faltaban entre dos mil y tres mil pesos y dos celulares.

La policía de la Comisaría 38º llegó al edificio con personal de la Unidad Criminalística Móvil. Los oficiales levantaron cinco huellas dactilares: tres en la puerta del balcón y otras dos en la de ingreso. El médico legista estableció que la muerte de Emilia fue por asfixia: tenía la marca de un dedo a la altura de la nuez. La policía secuestró un manojo de llaves que estaba sobre la mesa de luz, un cuchillo con mango de plástico blanco del lavatorio del baño, una lata de Speed y un Tramontina de madera.

Efraín fue el primer sospechoso. Es boliviano y albañil, y vivía con Emilia hacía un año y medio. Según contaron fuentes policiales a Cosecha Roja, su relato fue “llamativamente” puntilloso y la declaración “dejaba dudas”. Los investigadores comprobaron los llamados telefónicos y los encuentros que el hombre relató para descartar la hipótesis. También esperaron el resultado de la pericia sobre los videos de las cámaras de seguridad. Con las imágenes de la entrada, la cochera y los ascensores, descubrieron a la tía.

Ester Acosta tiene 34 años y es de Paraguay, como su sobrina Emilia. En la filmación se las ve entrar juntas al edificio cerca del mediodía. Pero a las tres de la tarde Ester se va sola, con llave propia: la franja horaria en la que estuvieron adentro del departamento coincide con la hora de muerte que estimaron los médicos forenses.

El sábado detuvieron a la tía en su casa en Laferrere. El operativo lo hicieron los oficiales de la División de Homicidios de la Policía Federal. Secuestraron la ropa con la que se la ve en los videos -jeans azul claro, musculosa negra y campera blanca con cuello rosa- y dos celulares. La investigación está a cargo de el fiscal Lucio Herrera. Ahora falta analizar los videos de las cámaras de seguridad de un supermercado chino donde creen que Ester y Emilia hicieron las compras por última vez.