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Proceso.-

El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) señaló que no estuvo presente al momento en que fueron encontrados los restos de Alexander Mora Venancio, uno de los 43 estudiantes desaparecidos de la escuela normal de Ayotzinapa, y que carece de evidencia científica y física para determinar que los restos encontrados en el río San Juan hubieran estado antes en el basurero de Cocula.

En un comunicado fechado en Nueva York, el equipo de expertos designado por las familias de los estudiantes desaparecidos como sus peritos de confianza confirmó que el laboratorio de genética de la Universidad de Medicina de Innsbruck, Austria, identificó que el resto pertenece a Alexander, pero aclaró “que no fue testigo del hallazgo del fragmento que culminó en esta identificación”.

“El fragmento en cuestión fue encontrado en una bolsa de plástico recuperada por buzos de la policía federal del río San Juan, que fue entregada posteriormente a peritos de la PGR. El EAAF no estuvo presente en el momento en que buzos y peritos de PGR recuperaron dicha bolsa ni participó en el hallazgo de dicho fragmento. El EAAF fue convocado por la PGR al lugar cuando ya se encontraba la bolsa de restos abierta y la muestra en cuestión ya se encontraba junto con otras sobre un área de limpieza. El EAAF participó en otros hallazgos de restos a la vera de dicho río junto a peritos de PGR”, indicó.

En el mismo texto, el equipo de forenses que trabaja para la PGR señaló que aún no existen evidencias científicas o físicas de que los restos del basurero de Cocula y los encontrados en la vera del río San Juan sean del mismo evento, como indicaron los presuntos asesinos en testimonios presentados por el gobierno federal y en los que se basa la versión oficial.

“Por el momento no hay suficiente certidumbre científica o evidencia física de que los restos recuperados en el río San Juan por peritos de PGR y en parte por el EAAF, correspondan a aquellos retirados del basurero de Cocula, como indicaron los inculpados por PGR. Se recuperaron restos humanos quemados y calcinados tanto en el río San Juan como en el basurero de Cocula. La evidencia que une a ambos sitios por ahora, es esencialmente testimonial; es decir, se desprende por el momento del testimonio de los inculpados. En opinión del EAAF falta aún mayor evidencia física que una los hallazgos de ambos sitios y los exámenes de los restos como el proceso de búsqueda de los desaparecidos deben continuar”, indicó.

En conferencia de prensa el 31 de octubre pasado, la PGR mostró declaraciones de los detenidos inculpados en las cuales indicaban que habían quemado los restos de los normalistas en el basurero de Cocula, colocando en bolsas de plástico fragmentos de huesos quemados y cenizas recogidas de dichos restos. Según estas mismas declaraciones, los inculpados las habrían arrojado al río San Juan en Cocula.

Con estas precisiones el prestigiado equipo de forenses señala que aún falta probar con evidencias científicas o físicas que los estudiantes realmente fueron asesinados en el basurero de Cocula y sus cenizas transportadas al río San Juan, donde fueron encontradas las bolsas, ya que no hay un vínculo científico entre ambos eventos y sólo los unen los testimonios de los presuntos asesinos que afirman que así ocurrió.

A través del comunicado los expertos confirmaron que el laboratorio de genética de la Universidad de Medicina de Innsbruck, Austria, envió los primeros resultados del análisis de las muestras provenientes de restos recuperados en el basurero de Cocula, Guerrero, “y de aquellas que, según manifiesta la Procuraduría General de la República (PGR), provienen de la vera del río San Juan” de la misma localidad de Cocula.

Los resultados –indica el texto– confirman la identificación de Alexander Mora Venancio, uno de los 43 estudiantes desaparecidos de la escuela normal de Ayotzinapa. El EAAF ya ha informado a sus familiares y a las 42 familias restantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa, así como a las organizaciones de la sociedad civil que los acompañan. La Procuraduría General de la República recibió también los resultados al mismo tiempo que el EAAF.

“Esta identificación se alcanzó antes de lo esperado porque la muestra en cuestión se encontraba en mejores condiciones de preservación que todas las otras muestras enviadas a Innsbruck. Por esa razón, fue posible la recuperación de un tipo de ADN (nuclear) que puede ser altamente efectivo en términos de identificación humana y que en oportunidades como ésta, permite obtener resultados más rápidamente que otros tipo de ADN que se utilizan con los mismos fines”, señaló.

“El resto de las muestras enviadas al laboratorio de Innsbruck continuarán siendo analizadas, intentando métodos adicionales a los utilizados hasta el momento”, expresó.